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El colágeno es una de las proteínas más abundantes en el cuerpo humano y que provee estructura en los tejidos de los huesos, articulaciones, músculos y piel, así como de venas, arterias, córneas y dientes, según el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de México.
La alimentación es la principal fuente de proteína del cuerpo humano que es quien sintetiza de esta el colágeno. Con el paso de los años, a medida que envejecemos, la producción natural de colágeno en nuestro organismo comienza a reducirse. Entre las maneras que se evidencia ese déficit de colágeno figura la pérdida de firmeza en la piel y el debilitamiento de las articulaciones.
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Gelatina para las articulaciones
Cuando se presentan dolores en las articulaciones estos pueden ser causados por muchos tipos de lesiones o afecciones, remarca la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Ese dolor puede ser suave y causar molestias solo después de ciertas actividades, pero existen casos en los que puede ser intenso y hacer que hasta los movimientos pequeños sean extremadamente dolorosos, precisa el Instituto Mayo Clinic.
Es en este punto que surge la necesidad de mejorar la salud articular y la alimentación es uno de los canales para conseguirlo. A través de esta el cuerpo recibe colágeno y componentes que estimulan su producción. Esta proteína forma parte de una especie de malla donde se fijan todos los minerales que van a proporcionar las articulaciones, la piel y los huesos firmeza y flexibilidad, destaca la Academia Española de Nutrición y Dietética.
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Si la clave entonces está en sumar colágeno para las articulaciones, a través de la alimentación, una gelatina que se puede preparar de forma casera se convierte en una excelente opción. Desde la Biblioteca Nacional de Medicina destacan a la gelatina como una proteína hecha de colágeno animal y señalan que consumirla puede aumentar la producción de este en nuestro cuerpo.
Preparación de la gelatina casera
Se debe utilizar huesos de pollo, carne, cerdo o pescado que deben ser horneados unos 25 minutos. Luego, en una olla con agua se debe agregar una cucharada de jugo de limón o de vinagre de manzana y los huesos.
Esa mezcla debe ponerse a hervir y luego dejar que se siga cocinando a fuego lento, por unas 8 horas. Mientras el tiempo pasa se debe ir retirando la espuma que se genera por encima de la preparación.
Finalmente, tras dejarla enfriar un poco, se debe colar la preparación y así poder quedarnos con el caldo que debe ser refrigerado. Listo, la gelatina casera ya queda disponible para su consumo que puede combinarse con otras comidas y preparaciones.
