La reciente declaración de Claudia Sheinbaum de que integrantes del gabinete de AMLO podrían repetir si gana las elecciones presidenciales, tentó la ambición de no pocos de ellas y ellos, quienes operan desde ya para no desaprovechar esa oportunidad de oro.
Uno de los más sonados en los corrillos del poder es el del director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien trata de quedar bien tanto con su amigo y paisano, el presidente López Obrador como con la candidata presidencial Claudia Sheinbaum, al afirmar que la empresa productiva del Estado está mejor que hace seis años.
Los números mostrados por Romero Oropeza -incluso en la conferencia “mañanera” del viernes pasado- pretenden sustentar su aserto de que la petrolera mexicana no está tan mal como -según sus argumentos- se ha querido hacer creer; aunque sean muchas y muy variadas las alertas emitidas por calificadoras de deuda y especialistas en la materia.
Pero lo que Romero Oropeza parece no saber es que, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O (único que, por lo pronto y según lo dicho por Sheinbaum, tiene garantizada la continuidad en el cargo si la 4T se alza con la victoria el próximo 2 de junio), le ha hecho llegar al presidente informes totalmente diferentes al escenario tan positivo que delinea Romero Oropeza.
Entre otros, que Pemex no mejora en términos productivos y que, como nunca se había resentido de manera tan ostensible, ha dejado de pagar a sus proveedores más de 163 mil millones de pesos, adeudo que sólo en el mes de abril marcó un ritmo de incremento mensual del orden de 17.3%.
Se sabe que el secretario Ramírez de la se O ha negado entregar recursos a Romero Oropeza por la simple y sencilla razón que la empresa que dirige no produce, está en graves problemas y con números rojos.
Sin embargo, Romero Oropeza divulga cuentas alegres sobre la situación de Pemex, como la de asegurar que hoy vale más que hace seis años, lo que es una mentira de la que cualquiera puede percatarse y que incomoda mucho a los funcionarios hacendarios, pues temen que la irresponsabilidad del ingeniero agrónomo que dirige Pemex derive en la pérdida del grado de inversión a mediano plazo de la empresa productiva del Estado.
Cuando López Obrador asumió la presidencia en 2018, Pemex, ciertamente, ya presentaba números rojos.
La información indicaba entonces que la Security Exchange Commission de Estados Unidos notificó que a finales de ese año la petrolera registraba un patrimonio negativo de un billón 417 mil 500 millones de pesos y que, tan solo en seis meses, mostraba un mayor nivel de deterioro al incrementar a un billón 777 mil 100 millones de pesos.
Si bien Romero Oropeza recibió a Pemex con una situación financiera grave, de quiebra técnica, heredada al inicio del sexenio del expresidente Peña Nieto, su actual situación es aún más comprometida, pues carece de una alternativa operativa-financiera, y ni siquiera tiene, por lo visto, un plan de negocios que permita elevar su rentabilidad.
Las fuentes consultadas por esta columna aseguran que el secretario Ramírez de la O notificó a AMLO que incluso se han ocultado flujos de efectivo del escrutinio público.
Todo eso lleva a conjeturar que Romero Oropeza le ha mentido al primer mandatario.
Naturalmente que esos señalamientos contra el director de Pemex a quienes forman parte de su grupo político lo que ha generado a una confrontación con Ramírez de la O y el suyo.
Cabe destacar que las diferencias entre los dos funcionarios empezaron prácticamente desde que Ramírez de la O llegó como secretario de Hacienda y solicitara de inmediato que las finanzas de la petrolera fueran administradas por esa dependencia.
El director de Pemex levantó la voz con un rotundo no e hizo valer la amistad con su paisano el presidente para evitar que Hacienda se llevara la administración.
Ese pleito los llevó a gravar las operaciones de Pemex, por ejemplo, por las emisiones de deuda de alto costo de la empresa productiva del Estado, que corresponde a 12 % en dólares, sin el visto bueno de Hacienda, lo que naturalmente se deriva del desorden del equipo de Romero Oropeza, muy marcado en el casi de su director administrativo, Marco Herrería, quien también goza de la familiaridad presidencial.
Y ni qué decir de la adversa relación que mantiene con los inversionistas internacionales el director de finanzas Alberto Vázquez, a quien se le atribuye -¿recuerda usted?- el fracaso de la primera reunión de la 4T con analistas bursátiles de Estados Unidos, precisamente por la falta de un plan de negocios viable de la petrolera, problema central entre Pemex y Hacienda. Dicha carencia es la que los lleva al terreno frustrante de la fuerte inyección de recursos públicos en un barril sin fondo y opaco.
Los funcionarios de Hacienda han considerado que en los ejercicios fiscales 2021 y 2022, Pemex generó flujos que habría podido utilizar para mejorar su situación financiera, incluyendo los mil millones de dólares de utilidades derivadas de la empresa que se compró en Estados Unidos (Deer Park) y de la que presumió AMLO como una buena compra.
Tal es el triste panorama que a ojos de Romero Oropeza, parafraseando a la gobernadora mexiquense Delfina Gómez “está requetebién” al punto de que ni él ni su director administrativo Herrería Alamina, En puerta se ahonda la quiebra técnica mientras que el agrónomo asegura que, como diría la gobernadora del estado de México, Delfina Gómez, todo va requeté bien, al punto que ni el, ni su director de administración, Herrería Alamina, se dignan recibir a ninguno de los contratistas y proveedores a los que no se les ha pagado desde hace meses y que enfrenta ya severos problemas de quiebras y cierres.
Instantáneas:
1. LE ATIZAN A AYOTZINAPA. Ya no está en prisión ningún militar relacionado con el caso de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, ni tampoco efectivos presuntamente relacionados con la organización criminal Guerreros Unidos. Un juez federal ordenó la libertad de los ocho militares que estaban tras las rejas por este caso. Y es que el juzgador cambio la medida cautelar de prisión preventiva justificada al beneficio de enfrentar su proceso en libertad. Para acogerse a ese beneficio tendrán que garantizar una fianza de cien mil pesos cada uno.
2. APROBACIÓN. Algo no checa cuando se contrastan las publicadas versiones del supuesto repudio de AMLO en Guerrero por la mala gestión de su gobierno de los devastadores efectos del huracán Otis, con las mediciones más recientes de la aprobación presidencial en los que es precisamente en esa entidad donde mejor calificado resulta. La encuestadora es Enkoll que, como hemos comentado aquí, no es proclive a la 4T pues su director Sergio Zaragoza es un filo panista que, se asegura, asesora en la campaña de la oposición aliancista de Xóchitl Gálvez. Su medición en marzo marca una aprobación nacional de 77% desde el 74% que registró en febrero anterior. Es decir, cuatro de cada cinco de los encuestados aprueban a AMLO. Y ya en la medición por estado, son Guerrero y Sinaloa los que marcan con 86% la aprobación más alta. La más baja corresponde a la CDMX (63%) y Aguascalientes (62%). Que Guerrero -como muestra la referida medición- sea un territorio mayoritariamente obradorista, es resultado, dicho por AMLO mismo en su mañanera del miércoles pasado, de la forma en que se atendió la devastación dejada por Otis. Y sí, el asunto lo convirtió junto con la gobernadora Evelyn Salgado, en una prioridad, de manera que a poco más de medio año de ocurrida aquella catástrofe, Acapulco se deja ver reactivado turística y económicamente.
3. EXTORSIÓN Y VOTO. Explotó la corrupción en la Cuauhtémoc. Comerciantes de la calle Corregidora ya se cansaron de las extorsiones de las autoridades de esa alcaldía capitalina para que los dejen trabajar. Pero denuncian que ya es el colmo que operadores de la alcaldesa Sandra Cuevas los amenacen con quitarles los espacios tolerados si a la consabida cuota no le suman el garantizar que votarán en las próximas elecciones por la candidata de Morena y aliados, Caty Monreal. Acusaron que esta semana pasaron dos veces para pedirles un listado de sus familiares que irían a votar.
@RaulRodriguezC
