Esta semana Estados Unidos dio un giro en su estrategia antilavado de dinero al aplicar, por primera vez, la recién promulgada Ley FEND Off Fentanyl para sancionar a tres instituciones financieras mexicanas: CIBanco, Intercam Banco y Vector Casa de Bolsa. A diferencia de las sanciones previas, que se dirigían directamente a organizaciones criminales, ahora el foco recae en los intermediarios financieros que facilitan flujos ilícitos.
Cambio del enfoque antilavado
Hasta ahora, la política estadounidense contra el lavado de dinero se había enfocado en el trasiego de cocaína con acciones dirigidas a capos y cárteles. Con la aplicación de esta sanción con la “FEND Off Fentanyl Act”, la prioridad se traslada al tráfico transpacífico de precursores de fentanilo y al papel de los bancos y casas de bolsa que manejan esas transacciones. Este movimiento marca también una ruptura geopolítica: mientras antes se solían omitir ciertos casos de corrupción por intereses estratégicos, ahora se sanciona de forma directa a entidades vinculadas (Vector) a la administración anterior en México.
Respuesta mexicana y capacidad de investigación
El gobierno mexicano afirmó haber recibido un informe del Departamento del Tesoro de EU sobre las transacciones sospechosas, pero aseguró no contar con las pruebas completas que sustenten el presunto lavado. No obstante, el aviso de FinCEN detalla montos, periodos y contrapartes chinas relacionadas con organizaciones delictivas. Según la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, la UIF puede requerir estas mismas transacciones y realizar su propia investigación, lo que pone de relieve una paradoja: se reclama información que está al alcance de las autoridades mexicanas.
Beneficiarios finales y la respuesta estadounidense
El comunicado de FinCEN revela además que dichas operaciones se canalizaron mediante empresas fantasma para ocultar a los beneficiarios finales. Paradójicamente, en Estados Unidos ha quedado en segundo plano el proyecto de registro público de beneficiarios finales, a pesar de su relevancia para este tipo de sanciones. Dado que la nueva ley FEND Off, al ser un tema de emergencia nacional estadounidense, otorga un gran poder a las autoridades (OFAC y FinCEN) para sancionar a cualquier individuo o entidad extranjera que esté “consciente” de facilitar flujos ilícitos es necesario un verdadero compromiso por parte de EU respecto a las medidas empleadas en su país para detectar a beneficiarios finales.
Adaptación de redes sancionadas
Investigaciones como las de Daniel Haberly, de la Universidad de Sussex, muestran que, ante sanciones de EU, los actores sancionados tienden a adaptar el uso que hacen del sistema global financiero: a veces permanecen en sus centros de operación, a veces se dispersan y otras veces migran hacia nuevos centros financieros, como Dubái y Hong Kong, donde las normas antilavado son menos rigurosas. La sanción a CIBanco, Intercam y Vector plantea interrogantes mayores: si el objetivo es combatir la impunidad y lavado de dinero, ¿qué acciones conjuntas y multilaterales adoptarán México y EU? ¿Bastará con cortar el acceso al dólar o será necesario fortalecer la cooperación en las investigaciones, mejorar la transparencia y supervisar los nuevos centros financieros globales? Solo una estrategia coordinada y global podrá cerrar las rutas alternativas y garantizar un verdadero freno a la impunidad para el tema de lavado de dinero.
Especialista en temas anticorrupción