Cuando se habla de la novela de amor mexicana poco se menciona Tonada de un viejo amor, de Mónica Lavín, vuelta a publicar por Planeta en México en julio 2023. Esta novela no es una variación sobre el mismo tema. Es una historia armoniosa que va del atrevimiento encantador de la seducción concertada, a la fuerza de un símbolo en un desnudo, pasando por un prolongado punto de quiebre donde pasado y presente se conjugan en un aquelarre donde una hermosa tonada saca chispas del aire enrarecido asentado en un pueblo del norte de México, donde “recordar siempre es insuficiente” y todos nacen con el futuro definido. Sí señor.
En San Lorenzo, “las pasiones tenían permiso”, y tal fue el vínculo que generó el amor entre Cristina Velasco, una joven hermosa, de cuerpo perfecto, y su tío Carlos, mayor que ella y hermano de su padre. Los Velasco son los productores de vino más poderosos de la región. Su vida es la vid. Compiten en importancia con los Fonseca, de Bermejo, el pueblo vecino, productores de algodón. Olga, una Fonseca inteligente y poco agraciada, se prenda de Carlos desde jovencitos. El es guapo y muy calavera. Se conocen en la escuela. Cuando Carlos, un bebedor de whiskey, cuenta más de 30 y Cristina 18, hacen el amor en una covacha de la hacienda. Tremendo. Electrizante. Ambos detectan el singular encanto de dos cuerpos que se sacian sin mayor esfuerzo. Ese descubrimiento los convierte en amantes y a partir de ese momento regula sus vidas. ¿Qué ocurre con la conducta disipada de Carlos?, ¿qué con las costumbres de una chica decente, bonita y casadera? La respuesta no está en el viento, sino en Tonada de un viejo amor, donde la música es parte del juego en un pueblo donde, “los ricos… de tanto haberlo sido, lo seguían siendo”.
Es 1942, México participa en la segunda guerra mundial, pero en San Lorenzo eso no importa, aquí una pareja cabalga los jueves por las tardes por el campo y varios días, por la noche, en un cuarto de trebejos mejor que el de Lady Chatterley. ¿Le gusta la novela erótica? Ese género que apuesta a despertar sus deseos sexuales y lo induce a volver sobre sus pasos más significativos. Pues esta novela de Mónica Lavín le abrirá siete puertas donde hay dos que despiden aromas que le serán familiares. Mágico. Leer Tonada de un viejo amor lo pone a usted en el mundo. Si usted, mujer u hombre, piensa que ya cerró el capítulo erótico en su vida, Cristina, Carlos y Olga le demostrarán que está equivocada. El erotismo borra la edad y le traerá las mejores sorpresas de este año y el que sigue. “La voracidad sexual es una prueba de vida”, señala la autora, y es una invitación a reflexionar sobre nuestro papel en esta tierra donde todo es finito.
Mónica Lavín nació en la Ciudad de México y es una de las creadoras mexicanas más constantes. Tonada de un viejo amor es una novela breve, pero no la lea de una vez. Vaya despacio, sírvase vino, como los personajes, escancie la noche sin estrellas, ponga nombre a las chispas de su cuerpo, escuche música y observe su grandeza. Todo es suyo, empezando por lo que es usted. Ese aleteo que escucha, no es un sueño, señora, señor, es su corazón que se abre paso hacia el deseo. Lo que suceda cuando lean esta novela, no tendrán que contarlo, ¿para qué? Tristes los que no aman sus cuerpos. Les mando un saludo caluroso desde una ciudad húmeda y vapuleada por un ciclón artero.