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Agosto de 1941, Campo de concentración de Auschwitz, Polonia, donde se estima que fueron asesinados 900 mil judíos por parte del ejército nazi. En represalia por una fuga, los oficiales alemanes deciden enviar a varios hombres a morir de hambre.
El religioso Max Colbe, quien es prisionero, oye a un sargento llorar por su esposa y entonces decide tomar su lugar, para morir por él.
Su historia ha sido llevada a la película mexicana de animación Max, que estrena hoy en una de cada 10 salas existentes en la República mexicana, llevando la voz protagónica de Héctor Elizondo.
“Estábamos distribuyendo la película Cristiada en Polonia cuando fui al campo de concentración que ahora es un museo y, cuando entré a su celda, pensé cómo, estando en condiciones inhóspitas, decide voluntariamente morir por alguien que no conocía, eso me llamó la atención”, cuenta el productor Pablo José Barroso.
Max parte de una historia actual, cuando un joven rebelde y un hombre de la tercera edad confluyen en una delegación policial tras ciertos desacatos a la ley.
“Él pasó por cuatro campos de concentración, fue una persona de carne y hueso que al final tiene un acto heroico, pero que antes pasa por varios detallitos que la gente no conoce”, refiere el ejecutivo.
“Estamos pasando por una época tan oscura que nadie nos va a señalar cómo vencer al mal con el bien, pero hay cosas que pasan. Lo que queremos es transmitir los valores universales, entre ellos la fe”, comenta Barroso.
El guión original, de Bruce Morris, fue escrito en inglés, sumándose voces como las de Ashley Green. Elizondo grabó tanto en español como inglés.
La película fue realizada con la tecnología facial capture, que consiste en colocar sensores en los rostros de los actores, se permite tener mayor realismo en la gesticulación de los personajes, mientras que la fotografía la realizó el fallecido Eduardo Martínez Solares (Un padre no tan padre y El mesero).
“Me comentan (quienes ya la vieron) que aunque no piensen igual, entienden por qué creemos en la fe y eso se valora”.