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Griselda López Pérez, madre de Ovidio Guzmán y exesposa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, reapareció en la escena pública tras darse a conocer que cruzó hacia Estados Unidos junto con familiares del capo, donde la esperaban autoridades estadounidenses.
Por lo anterior, Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), señaló que los 17 familiares de Ovidio Guzmán que se entregaron al país vecino, son parte de la negociación con Ovidio.
"Ovidio, como lo vimos todos en las noticias, comienza una negociación con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Es evidente que al estar su familia yéndose a EU es por esta negociación o criterio de oportunidad que el propio Departamento de Justicia, le da", subrayó.
Esta acción ha reavivado el debate sobre su papel dentro del Cártel de Sinaloa, sus vínculos con el crimen organizado y su aparente transformación de madre protectora a pieza clave en la caída de Los Chapitos.
¿Quién es Griselda López?
Griselda López nació en 1959 y fue la segunda esposa de Joaquín Guzmán Loera. Con él tuvo cuatro hijos: Joaquín, Édgar, Griselda Guadalupe y Ovidio.
A diferencia de la primera esposa del capo, María Alejandrina Salazar, Griselda fue considerada durante años como parte del núcleo íntimo del Chapo, especialmente tras su fuga del penal de Puente Grande en 2001.
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Tras el asesinato de su hijo Édgar en 2008, Griselda habría tomado medidas para proteger a sus otros hijos, enviándolos fuera del país. Pero su historia no ha estado exenta de controversia.
En 2010 fue detenida en Culiacán por presuntos vínculos con el narcotráfico, aunque fue liberada tras rendir declaración. Años después, en 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos la incluyó en la lista de personas sancionadas bajo la Ley Kingpin, acusándola de brindar apoyo material al Cártel de Sinaloa.
Durante años, López Pérez ha intentado limpiar el nombre de sus hijos. En entrevistas con medios, defendió públicamente a Ovidio y negó cualquier relación con el crimen organizado. Sin embargo, los informes de inteligencia apuntan a que su influencia iba mucho más allá de lo maternal.
Se le ha vinculado con la gestión de empresas fachada y con el control financiero de recursos ilícitos ligados a sus hijos. Incluso se le identificó como operadora de una compañía de construcción en Sinaloa, usada presuntamente para lavado de dinero.
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