La es una práctica presente en diversas culturas y religiones a lo largo de la historia. Para muchas personas, rezar es una forma de comunicación con lo divino, un acto de fe que les brinda paz, fortaleza y esperanza en momentos difíciles. Pero más allá del aspecto religioso, ¿qué lleva a las personas a orar y qué efectos tiene en su bienestar?

En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.
En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.

Un estudio de 2014 reveló que la oración y la meditación pueden tener un efecto positivo en el bienestar psicológico, especialmente cuando están asociadas con un apego seguro a Dios.

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Las personas que desarrollan un apego seguro con Dios, viéndolo como una fuente constante de amor y apoyo, tienden a experimentar menores niveles de ansiedad y mayor bienestar emocional. En estos casos, la oración actúa como un recurso para afrontar el estrés y fortalecer la resiliencia.

En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.
En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.

Sin embargo, aquellos con un apego evitativo o inseguro pueden sentir que sus oraciones no son correspondidas, lo que incrementa el estrés y la sensación de soledad. Esto refuerza la idea de que la forma en que se percibe a Dios está influenciada por las experiencias de apego en la infancia.

La oración no solo influye en la salud mental, sino también en la actividad cerebral. Según el neurocientífico Andrew Newberg, los estudios con tomografías cerebrales revelaron que, durante la oración y la meditación, aumenta la actividad en el lóbulo frontal (relacionado con la concentración) y disminuye en el lóbulo parietal (vinculado a la orientación en el espacio y el tiempo), lo que podría explicar la sensación de trascendencia.

En el caso de las monjas franciscanas, también se activó el lóbulo parietal inferior, asociado al procesamiento del lenguaje. Estos hallazgos demuestran que la oración es un ejercicio mental con efectos neurológicos importantes.

En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.
En un mundo cada vez más acelerado, la oración, podría ser una estrategia clave para alcanzar un mayor equilibrio mental y emocional. Fuente: Freepik.

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Un puente entre la ciencia y la espiritualidad

Si bien la oración ha sido tradicionalmente vista como una práctica religiosa, la ciencia ha demostrado que también puede ser una poderosa para el bienestar emocional y la regulación del estrés. Su impacto depende del tipo de vínculo emocional que las personas establezcan con lo divino y de la forma en que integren esta práctica en su vida cotidiana.


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