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La saculitis es una afección común en los perros que se caracteriza por la inflamación de las glándulas anales, también conocidas como sacos anales. Estos sacos están ubicados a ambos lados del ano y son responsables de producir una secreción con un olor fuerte que los perros utilizan para marcar territorio y comunicarse con otros animales.
Sin embargo, cuando estas glándulas no se vacían correctamente, pueden inflamarse, infectarse y causar molestias significativas a la mascota.
Cuando la inflamación se agrava, Laura García Ortiz, Veterinaria especializada en medicina felina, manifiesta que es común que se desarrolle una infección secundaria, que puede generar celulitis o abscesos. Este problema tiende a repetirse con el tiempo y puede afectar a una o ambas glándulas. Los síntomas pueden variar según la gravedad de la afección, pero los más comunes incluyen:
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- Picor o lamidos en la zona anal
- Arrastrar el ano por el suelo (conocido como "trineo")
- Sangre fresca en las heces
- Dificultad para defecar
- Inflamación en la zona perineal
- Fiebre en casos de infección
- Reducción del apetito
Causas de la saculitis en perros
- Falta de fibra o ácidos grasos en la dieta
- Edad avanzada o gestación en hembras
- Cambios bruscos en la alimentación
- Estreñimiento o diarrea frecuentes
Estos factores pueden provocar la retención del líquido en las glándulas anales, predisponiendo a la inflamación y en casos más graves, a la saculitis.
El tratamiento de la saculitis en perros depende de la gravedad de la afección. En los casos leves, un veterinario puede vaciar manualmente las glándulas anales para aliviar la inflamación. Sin embargo, en casos más graves, puede ser necesario un tratamiento con antibióticos para combatir la infección o incluso cirugía para extirpar las glándulas afectadas.
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La saculitis en perros es una afección incómoda pero tratable. Reconocer los signos tempranos y buscar atención veterinaria oportuna es clave para garantizar el bienestar de la mascota.