Los paseos son esenciales para el bienestar físico y emocional de los perros. Sin embargo, algunos dueños se enfrentan al problema de que su mascota se rehúsa a salir a la calle, lo que puede ser frustrante y preocupante.
Este comportamiento puede tener diversas causas, desde el miedo hasta problemas de salud y es importante abordarlo de manera efectiva y compasiva.
Según Marta Sarasúa, ATV y etóloga especializada en modificación de conducta, lo primero que debes hacer si tu perro no quiere salir es observar su comportamiento. ¿Se muestra ansioso o temeroso al acercarse a la puerta? ¿Intenta retroceder o se queda inmóvil? Identificar el motivo detrás de su negativa es clave para encontrar una solución. Las causas más comunes incluyen:
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- Miedo o ansiedad: El miedo en los perros es una emoción intensa que puede llevarlos a evitar situaciones que les resultan aterradoras, como salir a pasear.
- Cachorro sin socialización: Los cachorros necesitan habituarse gradualmente al arnés, la correa y el entorno exterior. Un perro joven que no ha sido expuesto adecuadamente al mundo exterior puede asustarse al salir a la calle.
- Experiencias traumáticas: Un perro que ha vivido una situación negativa, como un accidente o un ataque de otro animal, puede asociar la calle con esa experiencia y evitar salir.
- Entorno inadecuado: Algunos perros se sienten incómodos en ciertas condiciones, como tormentas, petardos o desfiles ruidosos. Estos eventos pueden hacer que prefieran quedarse en casa.
- Problemas con el material de paseo: Si un perro huye cuando ve la correa o el arnés, pero luego pasea con normalidad, el problema podría estar en el equipo. Muchos perros que no están acostumbrados a usar collar o arnés los encuentran incómodos. La solución es una introducción gradual al material, utilizando refuerzos positivos.
- Problemas de salud: Un perro que repentinamente se muestra apático o rechaza salir a la calle podría estar sufriendo una enfermedad o dolencia. En este caso, es esencial acudir al veterinario para descartar cualquier problema de salud.
- Cansancio o fatiga: Los perros muy jóvenes o ancianos pueden sentirse cansados después de una actividad física intensa y preferir descansar en lugar de salir a pasear.
- Entorno poco estimulante: Si el paseo es siempre por las mismas calles o es muy corto, el perro podría aburrirse. Variar la ruta y darle la oportunidad de explorar nuevos lugares puede hacer que recupere el interés.
- Ansiedad por separación: Algunos perros no quieren salir a pasear si no es con su dueño, debido a la ansiedad por separación. En estos casos, es fundamental tratar la ansiedad subyacente con la ayuda de un etólogo.
Soluciones para mejorar el paseo
Si tu perro tiene miedo o ansiedad, lo mejor es abordarlo con paciencia y refuerzos positivos. Los expertos recomiendan la desensibilización gradual: empieza llevando a tu perro hacia la puerta y recompensa cada paso con golosinas o palabras de ánimo. No lo fuerces a salir, en su lugar, avanza poco a poco y permite que se acostumbre al entorno exterior.
Si sospechas que su negativa a salir está relacionada con algún problema de salud, es fundamental acudir al veterinario. Dolores articulares, problemas en las patas o enfermedades pueden hacer que los paseos sean incómodos para tu mascota.
Para aquellos perros que necesitan un empujón extra, prueba hacer los paseos más interesantes: cambia de rutas, lleva sus juguetes favoritos o incentívalos con golosinas. La clave es hacer que el paseo sea una experiencia positiva.
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En caso de que el problema persista, un profesional del comportamiento canino puede ofrecer un enfoque más personalizado para ayudar a tu perro a superar sus miedos o inseguridades.