En un mundo acelerado donde el tiempo parece nunca alcanzar, encontrar una actividad física eficiente y accesible puede marcar la diferencia. El salto con cuerda, conocido como , es una práctica milenaria que ha demostrado ser altamente efectiva para fortalecer el corazón, los huesos y los músculos, todo en cuestión de minutos.

¿Por qué el skipping es tan beneficioso?

El skipping no solo es un ejercicio cardiovascular, sino también una herramienta para mejorar la coordinación, agilidad y resistencia muscular. Este activa múltiples grupos musculares al mismo tiempo, aumentando el gasto calórico y fortaleciendo el sistema cardiovascular. Además, el impacto repetido durante los saltos estimula la densidad ósea, especialmente en las caderas y piernas, ayudando a prevenir enfermedades como la osteoporosis.

El skipping es el clásico repiqueteo que se hace para entrar en calor. Tiene versatilidad ya que se puede realizar con o sin elementos y con diferentes intensidades, velocidades y alturas que generan resultados diferentes según lo que se esté buscando”, explico a la prensa el médico pediatra, deportólogo y director de la Diplomatura en Medicina Deportiva Pediátrica de la Universidad Favaloro, Santiago Kweitel (M.N. 93789).

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¿Cómo impacta la salud cardiovascular?

Saltar la cuerda acelera el ritmo cardíaco de manera similar a correr, mejorando la capacidad del corazón para bombear sangre. Estudios han demostrado que este ejercicio es tan efectivo como correr durante 30 minutos, pero requiere menos tiempo y espacio. Además, favorece la circulación sanguínea y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, convirtiéndolo en una opción práctica para quienes buscan cuidar su corazón.

¿Qué beneficios aporta a los huesos y músculos?

El impacto controlado del skipping fortalece los huesos de las piernas y los pies, manteniendo su densidad mineral y previniendo la pérdida ósea. Aunque no genera un crecimiento muscular comparable al levantamiento de pesas, sí fortalece los gemelos, muslos y otros músculos de las piernas, mejorando la resistencia muscular con el tiempo.

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¿Qué papel juega en la agilidad y la mente?

Este ejercicio también tiene beneficios cognitivos al exigir un alto nivel de coordinación entre manos, pies y saltos. La sincronización mejora la agilidad física y la plasticidad cerebral, contribuyendo a un mejor equilibrio y reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores.

¿Cómo empezar con este ejercicio?

Iniciar con el skipping es sencillo y no requiere de equipos costosos ni mucho espacio. Se recomienda empezar con intervalos de 30 segundos, aumentando progresivamente hasta llegar a cinco minutos al día. Este breve compromiso puede transformar tu salud física y mental, haciendo del salto con cuerda un aliado perfecto para el bienestar integral.

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