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La salud de nuestra piel es muy importante teniendo en cuenta que este órgano protege el cuerpo de muchas maneras. Según destaca el Departamento de Salud y Servicios Humanos (Estados Unidos), nos protege de la invasión de bacterias, controla la temperatura corporal y puede alertar sobre un problema de salud, entre otras funciones.
La piel puede volverse demasiado seca si no bebemos suficiente líquido o puede dañarse por la exposición al sol, destaca la dermatóloga Heidi Kong. Al respecto es que remarca la necesidad de cuidar la salud de la piel y entre los consejos más difundidos aparecen: el uso de jabones suaves, el uso de bloqueadores solares, evitar usar camas de bronceado, hidratarse adecuadamente, reducir el estrés y dormir lo suficiente.
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Una especia contra el acné
Uno de los problemas más comunes que se dan en la piel es el acné, un trastorno que ocurre cuando los folículos pilosos se tapan con grasa y células cutáneas muertas, causando puntos blancos, puntos negros o granos, según el Instituto Mayo Clinic. Esta condición es más común entre los adolescentes, aunque afecta a personas de todas las edades.
Al respecto, la Academia Española de Dermatología y Venereología aconseja no realizar una limpieza de forma exagerada de la piel, evitar la manipulación de las lesiones, evaluar el tipo de alimentación por si influye en el desarrollo del acné, entre otras acciones. Y es en este marco que te contaremos sobre una planta que se utiliza como especia y que hará que el acné sea un problema del pasado.
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La planta de la que hablamos es el tomillo, muy conocida en el ámbito gastronómico y que, según la Fundación Española de Nutrición, es rica en aceites esenciales como borneol, timol y anetol. Estos nutrientes le aportan a esta especia propiedades antiséptica, desinfectante y antimicrobiana que colaboran con el cuidado de la salud de la piel y la prevención y combate del acné.
Los aceites esenciales señalados abundan en sus hojas y no solo benefician a la piel sino que ayudan a regular la función intestinal, facilita la digestión de comidas ricas en grasas y tiene propiedades antisépticas, alivia los síntomas de la gripe, anginas, bronquitis y faringitis, además de ser diurético, antirreumático y colabora en la recuperación de los músculos tras una actividad física intensa, afirma un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (España).
