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Desde hace tres meses, Diego Huepa derrama su arte en los semáforos de las zonas de San Ángel y San Jerónimo en la alcaldía La Magdalena Contreras.
El joven freestalero se viralizó en redes sociales por pedir dinero en un semáforo para asistir al Abierto Mundial de Freestyle de Fútbol 2023 en la República Checa. Al no contar con los recursos económicos para acudir al evento deportivo en agosto, solicita apoyo económico en los cruceros del Periférico Sur.
Frente a la Bandera Monumental que ondea en lo alto, en los semáforos del Boulevard Adolfo López Mateos y Luis Cabrera, bajo un sol que cae a plomo, Diego, con shorts, tenis y una playera de la Selección Mexicana de fútbol, malabarea un balón del número 5 durante los 80 segundos que duran las luces rojas. Termina su rutina de acrobacias un poco antes para correr por una cartulina en donde escribió el motivo de su acto y la muestra para pedir una propina a los automovilistas que anonadados son testigos de su habilidad.
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No todos le aportan dinero, pero los que lo hacen también le regalan una sonrisa y lo incitan a no darse por vencido.
“Mi sueño es asistir a ese torneo, yo aposté todo por el freestyle fútbol y lo practico con amor, con pasión”, aseguró Huempa.
El joven de 27 años, oriundo de Puebla, contó que vive con su abuela materna en Tlalpan, que estudió sólo hasta el tercer semestre de la carrera de enfermería general y que prevé a corto plazo retomar sus estudios, pero esta vez enfocados en la educación física.
Por ahora, sus pensamientos están enfocados en completar los recursos para volar a Madrid, su primera escala en Europa antes de llegar a la República Checa, en donde se desarrollará el evento deportivo del 6 al 12 de agosto.
El haberse hecho popular en redes sociales le trajo “un golpe de suerte”, narró que de los 50 mil pesos que necesitaba cuando comenzó a hacer sus exhibiciones en la Glorieta de la Bandera, en mayo pasado, hoy está a unos 15 mil de su meta.
Además de firmar pelotas y grabar saludos en videos para pequeños seguidores que lo admiran perplejos desde las ventanillas de los autos.
“Llegué a mi casa y todo cambió, fue un golpe de suerte: mucha gente quería ponerse en contacto conmigo… Ahorita ya tengo mis vuelos a Europa, ya sólo me falta para moverme allá”, agregó el joven.
Después de entre tres a cuatro horas de malabares y boteo, de vez en cuando imparte clases particulares de freestyle a niñas y niños que se sienten atraídos por el deporte, pero, asegura que en los próximos días se dedicará a entrenar arduamente para realizar un papel digno en el Abierto Mundial, Planea entrenar con sus compañeros en las instalaciones de la Federación Mexicana de Futbol de Free Style, ubicadas en Tlalnepantla, Estado de México.
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