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En el escenario natural, el frío se convierte en un bailarín silencioso que despierta una serie de respuestas en el reino vegetal. Las plantas, en su conexión con el entorno, orquestan un ballet de adaptaciones para resistir las bajas temperaturas.
El invierno no solo pinta paisajes blancos, sino que desafía a las plantas y a los amantes de la jardinería a desplegar estrategias ingeniosas para sus cuidados. Adentrémonos en este fascinante mundo, con ocho consejos clave para proteger tu oasis verde durante la temporada invernal.
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- Opta por plantas resistentes al frío: No todas las plantas son igualmente susceptibles al frío, por lo que se recomienda seleccionar siempre variedades autóctonas que se adaptan mejor a las condiciones climáticas locales y plantas resistentes a las bajas temperaturas como abetos, pinos, cipreses, boj, brezo, narcisos, tulipanes y lavanda.
- Acolchado para proteger las raíces: El mulching o acolchado actúa como aislante, resguardando las raíces del frío intenso y previniendo la congelación del suelo. El mismo, se realiza cubriendo la base de las plantas con materiales orgánicos como paja, hojas secas o compost.
- Barreras físicas y refugios: Instala barreras físicas alrededor de las plantas sensibles al frío, utilizando estructuras de tela, plástico o mallas. Las telas antiheladas son aliadas efectivas, ya que protegen contra el viento y las heladas. Luego de esto, hay que recordar retirarlas durante el día para permitir la transpiración de los vegetales.
- Blanqueo de troncos: Otra táctica poco conocida pero sumamente eficaz es el blanqueo de troncos. Este método consiste en pintar los troncos de blanco, con cal y agua o pintura látex a base de agua, para que refleje la luz solar y prevenir quemaduras por el sol en invierno y proteger contra el frío extremo.
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Invernaderos para un ambiente controlado:
La colocación de un invernadero en tu jardín ofrece una protección integral. Estas estructuras retienen el calor diurno y lo liberan gradualmente por la noche, manteniendo una temperatura constante. Además, ofrecen el resguardo de tus plantas contra vientos, heladas y plagas.
- Suelo bien drenado y riego adecuado: Asegúrate que el suelo de tu jardín este bien drenado para evitar la congelación y pudrición de las raíces de tus plantas. También mantiene el suelo ligeramente húmedo antes de las heladas y realiza podas previas en otoño, para mejorar la circulación del aire.
- Observa y adapta: Anticípate a las heladas, cubriendo las plantas con telas protectoras y trasládalas a lugares más resguardados si es necesario. La observación atenta de tu jardín durante los meses fríos marca la diferencia entre la pérdida y la supervivencia de tus plantas.
- Recuperación post-heladas: Si tus plantas sufrieron heladas, calienta sus raíces y evita el sol directo. Regalas con agua templada y coloca la planta cerca de un humidificador. Además, evita podas inmediatas y deja que la primavera decida qué ramas deben eliminarse.
Con estos consejos aplicados a la perfección crea un refugio verde en pleno invierno. Donde las plantas, con su gracia natural, responderán al abrazo gélido de la temporada.
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