Un sencillo hábito puede marcar la diferencia en la felicidad y longevidad de las mujeres: la gratitud. Un estudio reciente de la Universidad de Harvard, publicado en la revista JAMA Psychiatry, revela que las mujeres que se sienten agradecidas con la vida no solo son más felices, sino que también viven más años. Este hábito, aparentemente simple, alimenta el bienestar físico y emocional y especialmente resulta valioso en la edad adulta.
Según el estudio, la gratitud fomenta pensamientos y acciones positivas, como mantener un propósito de vida, adoptar estilos de vida saludables y fortalecer las relaciones personales. Estas prácticas generan una “espiral positiva” que mejora la salud física, mental y social.
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Arthur Brooks, experto en la ciencia de la felicidad de Harvard, manifiesta que la gratitud activa la corteza prefrontal ventromedial, parte del circuito de recompensa del cerebro. Esto no solo aumenta la felicidad, sino que también refuerza la resiliencia, mejora la presión arterial y fomenta una dieta equilibrada. Además, fortalece los vínculos emocionales, desde relaciones románticas hasta amistades y lazos familiares, incluso en tiempos de crisis.
Una emoción que se puede cultivar
La gratitud no es exclusiva de quienes se sienten felices por naturaleza. Según Brooks, es una emoción modificable que cualquiera puede desarrollar. “La gratitud bloquea emociones tóxicas y negativas, ayudando a mantener una actitud optimista y enfocada en lo positivo de la vida”, señala.
A diferencia de lo que muchos piensan, no depende únicamente de las circunstancias externas. Más bien, puede convertirse en un hábito a través de pequeños cambios en el comportamiento diario, como dedicar tiempo a reflexionar sobre las cosas buenas que suceden, por pequeñas que sean.
Cómo practicar la gratitud diariamente
El estudio sugiere que incorporar la gratitud en la rutina diaria puede ser sencillo pero transformador. Algunos consejos incluyen:
- Centrarse en lo positivo: Dar gracias no significa ignorar los problemas, sino valorar las cosas buenas que sí suceden. Agradecer los momentos positivos ayuda a mantener una visión equilibrada de la vida.
- Hacer una “caminata de gratitud”: Brooks recomienda dedicar un momento del día para reflexionar sobre los eventos positivos mientras se camina. Este ejercicio permite saborear la felicidad y fomenta una mentalidad agradecida.
- Reservar un momento diario para reflexionar: Agendar unos minutos para identificar al menos tres cosas por las que sentirse agradecido puede convertirse en una práctica poderosa para mejorar el ánimo y la perspectiva de vida.
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Así, la gratitud no solo es un gesto de cortesía, sino una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida. Esta práctica ayuda a las mujeres a ser más felices, resilientes y optimistas, prolongando su bienestar y longevidad.