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En el mundo de la salud, pocas sustancias han captado la atención como el omega-3, un ácido graso esencial que se ha ganado su estatus por los notables beneficios que aporta al bienestar humano. Presente en alimentos como pescados, nueces y semillas de chía, es reconocido por su capacidad para promover la salud cardiovascular, mejorar la función cerebral y respaldar el bienestar general. Aunque comúnmente es asociado con suplementos en forma de cápsulas, incorporar fuentes naturales a la dieta puede ser igualmente efectivo.
Una investigación de Natures Crops International reveló que el aceite de Ahiflower (Buglossoides arvensis) puede ser una valiosa fuente vegetal para mantener la renovación tisular del ácido docosahexaenoico (DHA) de origen marino. Esto ofrece una alternativa sostenible que puede cambiar el juego en la obtención de omega-3, sin afectar los ecosistemas marinos.
Aunque el aceite de Ahiflower dietético no contiene naturalmente DHA, el estudio demuestra su capacidad para formar este ácido esencial en áreas cruciales como el hígado, el tejido adiposo y el cerebro en ratones.
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Andrew Hebard, fundador y director ejecutivo de Natures Crops International, manifiesta que los aceites vegetales podrían proporcionar una fuente significativa de ácidos grasos sin consecuencias negativas para los océanos.
La composición única de omega-3 con ácido estearidónico (SDA) en el aceite de Ahiflower se muestra tan eficaz como el DHA marino en la acumulación en tejidos clave.
Además, en esta investigación se abordó la biosíntesis eficiente, resaltando que la síntesis de DHA a partir de aceites de ahiflower y linaza puede abordar deficiencias de omega-3 sin afectar los ecosistemas marinos. Ante esto, Natures Crops International presentó su opción de omega-3 de origen vegetal de aceite Ahiflower, disponible en formato polvo de fibra de acacia orgánica.
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Este producto no solo es sostenible, sino que también ofrece beneficios sensoriales y de etiqueta limpia. Esta solución no solo responde a la creciente demanda de omega-3 en la dieta, sino que también aborda preocupaciones ambientales y sociales.
La escalabilidad, trazabilidad y resistencia climática del aceite de Ahiflower sugieren un futuro prometedor para fuentes de omegas equilibrados que beneficien tanto la salud de las personas como el medio ambiente.
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