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El avance de la inteligencia artificial ha revolucionado múltiples aspectos de la vida cotidiana, desde la educación y el trabajo hasta la toma de decisiones. Sin embargo, recientes estudios han comenzado a analizar una nueva preocupación: ¿cómo influye el uso continuo de la IA en el cerebro humano?
Según una investigación publicada en Phys.org, el uso excesivo de la IA podría reducir la capacidad de pensamiento crítico y resolución de problemas. Los científicos advierten que las personas que dependen constantemente de estas herramientas muestran una menor capacidad para evaluar información de manera detallada y afrontar situaciones complejas por sí mismas.
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Otro estudio, publicado en la revista Nature, refuerza esta teoría al señalar que una confianza excesiva en la IA puede llevar a una disminución en la capacidad de tomar decisiones acertadas. Los investigadores observaron que los participantes que utilizaban con frecuencia la IA aceptaban sus respuestas sin cuestionarlas, lo que podría generar un fenómeno conocido como “pereza cognitiva”. Este término hace referencia a la tendencia del cerebro a evitar el esfuerzo intelectual cuando tiene acceso a respuestas automatizadas.
A pesar de estos riesgos, los expertos también destacan que la IA puede ser una herramienta beneficiosa si se usa con moderación. Su integración equilibrada en la vida diaria puede mejorar la productividad, agilizar la búsqueda de información y ayudar en la toma de decisiones.
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El desafío, según los especialistas, radica en encontrar un punto medio entre aprovechar la tecnología y mantener activas las habilidades cognitivas humanas. En un mundo cada vez más digitalizado, el pensamiento crítico sigue siendo una habilidad fundamental que no debe perderse.
