Encontrar el propósito de vida es uno de los temas más populares en libros de autoayuda y en discursos motivacionales. Sin embargo, el camino hacia él suele parecer confuso o difícil de seguir. La buena noticia es que algunos expertos afirman que solo se necesitan cinco minutos para empezar a descubrir lo que da sentido a nuestra vida.
Mary Morrissey, autora de Brave Thinking: The Art and Science of Creating a Life You Love y fundadora del Brave Thinking Institute, asegura que encontrar propósito no tiene por qué ser una tarea complicada, ya que para llegar al autoconocimiento solo necesitamos hacer un ejercicio de cinco minutos y reflexionar sobre cuatro aspectos de nuestra vida, lo que puede ser una herramienta reveladora para identificar lo que nos hace sentir vivos.
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El método de los cuatro círculos
La técnica que Mary Morrissey está inspirada en la filosofía japonesa del ikigai, que sugiere que nuestro propósito se encuentra en la intersección de cuatro aspectos clave de nuestra vida: profesión, pasión, vocación y misión. Estos “círculos” forman una guía para entender lo que realmente nos da satisfacción y motivación.
- Profesión: Es el trabajo por el que recibes ingresos y que cubre tus necesidades materiales. Mary Morrissey enfatiza que, para sumar valor, este trabajo debe permitirnos aprender y crecer. La autora afirma que cuando sentimos que estamos progresando, experimentamos una sensación de “bien hecho” que alimenta nuestro propósito.
- Pasión: En este círculo, se encuentran aquellas actividades que realmente amamos hacer y que nos emocionan. La pasión es un componente clave, ya que, según el catedrático de Fisiología Francisco Mora, “el cerebro solo aprende si hay emoción”. Aquello que nos emociona facilita el aprendizaje y contribuye a descubrir un propósito que realmente disfrutemos.
- Vocación: Este tercer círculo representa lo que hacemos con facilidad, lo que se nos da naturalmente bien y nos permite usar nuestros talentos. Según Morrissey, la vocación involucra las habilidades o dones que no nos demandan un gran esfuerzo, pero que nos permiten sobresalir y disfrutar en el proceso.
- Misión: Finalmente, la misión es lo que aportamos al mundo y que otros necesitan. Al reflexionar sobre cómo nuestro trabajo impacta en la vida de otros, desarrollamos una comprensión más profunda de su importancia y significado. La misión nos recuerda que el propósito también se nutre al generar cambios positivos en nuestro entorno.
Descubrí tu propósito
Para Mary Morrissey, un buen punto de partida es realizar un ejercicio sencillo: en un lugar tranquilo, toma una hoja en blanco y apaga el teléfono. Reflexiona sobre lo que haces cuando te sientes más vivo. Anota cada idea que se te ocurra y al final, busca temas en común entre ellas. No es necesario que esté relacionado con tu empleo actual; lo importante es identificar las actividades que realmente te llenan.
Una vez que has identificado tu propósito, el siguiente desafío es alinear tu vida y trabajo con él. Mary Morrissey explica que si el propósito no coincide con tu empleo actual, puede ser el momento de hacer un cambio. Aun así, no se trata solo de cambiar de empleo, también se trata de encontrar formas de aportar valor en cualquier rol que ocupes.
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Esta búsqueda no siempre es sencilla ni lineal, pero vivir de acuerdo con tu propósito puede ser una fuente de motivación y satisfacción personal. Cuando conocemos nuestro propósito, asegura Morrissey, nos despertamos cada día con una nueva energía, sabiendo que nuestras acciones están alineadas con quienes somos y queremos ser.