Es un hecho que la demanda por vivienda en la CDMX ha crecido en los últimos años y, por lo tanto, los precios de renta como de venta aumentaron. No es un suceso extraño: de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2010 habitaban ocho millones 851 mil personas, cifra que subió a nueve millones 209 mil. Casi medio millón más de habitantes en la capital, número que aumenta con el paso de los años.
¿Cómo enfrentar la creciente demanda? Se han impulsado proyectos y estrategias, sin embargo, la subida de precio de los inmuebles por la demanda desplaza a las personas de sus hogares o detiene el proceso de mudanza de otros. Existe un continuo debate entre cuáles son las causas de la crisis, en las que destacan el precio del suelo y la creciente popularidad de plataformas de alojamiento eventual. El siguiente estudio nos da una respuesta.
Encarecimiento y pocos proyectos de construcción
Alquimia Urbana es una consultora especializada en políticas públicas preocupadas por construir ciudades sustentables con vivienda digna. En 2024 publicaron el estudio Estancia Turística Eventual (ETE) y Plataformas Eventuales de Hospedaje en la Ciudad de México, e identificaron diversos factores que han intensificado la crisis, entre las que destacan:
- Falta de construcción de vivienda.
- Aumento de precio del suelo.
- Falta de políticas de desarrollo urbano actualizadas.
- Falta de aprovechamiento y reúso de las viviendas deshabitadas
- Escasos subsidios y coordinación deficiente con el sector de la construcción para ofertar viviendas a precios accesibles.
Los causantes se acumularon como bola de nieve. Primero, la construcción de vivienda es insuficiente para la creciente demanda de renta y compra; principalmente por la existencia de suelo con baja densidad en zonas céntricas que obstaculizan las obras. De este modo, genera un déficit que, según la Comisión Nacional de la Vivienda, alcanzó más de 200 mil viviendas en 2020. La escasez, por lo tanto, aumenta los precios para los inquilinos.
¿En dónde quedan las apps de alojamiento?
De acuerdo al estudio de Alquimia Urbana, el impacto de las plataformas digitales de alojamiento en la crisis ha sido imperceptible. Aplicaciones como Airbnb ocupan solo una fracción de la vivienda en la CDMX; además de generar ingresos que pueden contribuir al turismo, así como a la formación de proyectos de construcción.
Continuando con los datos del INEGI, el parque habitacional de la CDMX es de 3 millones de viviendas, de las cuales solo 2.4% (72 mil viviendas) son catalogadas como de uso particular. En esta categoría entran las apps de alojamiento eventual: de las 72 mil viviendas, 26,500 estaban registradas en Airbnb y solo 17 mil son viviendas completas (es decir, no vive el anfitrión). Entonces, las viviendas completas de Airbnb comprenden menos del 1% de las viviendas en la capital.
En cuanto al precio de la renta o venta de las viviendas, Alquimia Urbana menciona que no hay ningún efecto asociado por la operación de inmuebles en plataformas digitales. De 2018 a 2024, los precios de vivienda incrementaron menos que la inflación acumulada; mientras que la inflación de este periodo fue del 35%, los precios de la renta acumularon un 29%. En otras palabras: las rentas nominales promedio pasaron de $14 mil pesos en junio del 2018 a $18 mil pesos en 2024.
El estudio también asegura que, con el correcto uso de los ingresos impositivos generados en estas plataformas y de los prestadores de estos servicios, se podrían generar proyectos de vivienda social en zonas céntricas, fomentando el turismo local.
¿Cómo detener la crisis?
La CDMX se encuentra en un punto clave para mejorar el futuro urbano de sus habitantes.
El siguiente paso para construir una ciudad mejor, indica el estudio, es lograr un equilibrio entre los beneficios económicos del turismo y la recaudación, a la vez que promueva el acceso a la vivienda.