La inteligencia artificial (IA) tuvo un momento histórico en 1997, cuando la supercomputadora “Deep Blue” de IBM derrotó al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov. Posteriormente, el sistema IBM Watson derrotó a los campeones de Jeopardy en 2011. Y ya en 2022, OpenAI anunció el chatbot ChatGPT, despertando un interés masivo de la IA en el mundo.
Esta evolución continúa desde la IA generativa (que crea contenido), a la que se usa para la toma de decisiones que imita la capacidad cognitiva del cerebro humano. Y en el futuro, con la que se hallará en la IA integrada en dispositivos y robots.
Pero, sin importar el ritmo del cambio ni la profundidad de la disrupción de la IA, los líderes de las empresas se enfrentan a un dilema, porque aunque saben que la IA es una oportunidad que no pueden desaprovechar, tampoco quieren invertir en esta tecnología únicamente como una moda.

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“Acelerar la transformación y la adopción de IA no es opcional, aun en tiempos de cambios e incertidumbre. Obviamente, se incrementa el foco operacional y la necesidad de previsibilidad para conseguir el mejor desempeño”, mencionó Luis Fernando Padilla, gerente general en IBM Consulting para América Latina.
Aprendiendo de los líderes
Los directores ejecutivos en Latinoamérica (de Brasil, Chile, Colombia y México) confirmaron que están adoptando agentes de IA activamente y se están preparando para implementarlos a gran escala. Pero casi la mitad de ellos reportan que la rápida inversión ha generado tecnologías desconectadas dentro de sus organizaciones.
Esta información surge del reporte anual de IBM (5 cambios de mentalidad para impulsar el crecimiento empresarial), para el que entrevistaron a dos mil CEOs de 33 países y 24 industrias a principios de este año. En el mundo, los participantes informaron que estiman que la tasa de crecimiento de las inversiones en IA se duplicará en los próximos dos años.
Al respecto, el gerente general de IBM Consulting para América Latina explicó que en 2025 la prioridad número uno de los CEOs en esta región es mejorar la capacidad de estimar y proyectar acertadamente en tiempos de incertidumbre. En los años previos, la modernización tecnológica y la innovación en productos y servicios eran sus principales preocupaciones.
Sobre el tema de estos ajustes de mentalidad, el primero es mayor valentía dentro de la organización, porque las empresas no pueden quedarse en su zona segura mientras en el mundo hay grandes cambios. Para este cambio se deben preparar el talento y los datos, a fin de aprovechar la IA e impulsar una cultura ágil. En este aspecto, 62% de los CEOs en Latinoamérica están dispuestos a tomar más riesgo para ganar ventajas competitivas y 64% dicen que el riesgo de quedarse atrás los impulsa a invertir en nuevas tecnologías.
El segundo cambio de mentalidad es aprovechar la IA para “recrear”, creando un balance entre lo que funciona y despejando el camino de aquello que no, para obtener nuevo crecimiento. En ese sentido, 66% de los líderes en la región ven el impacto de la IA en el corazón del negocio.
La tercera modificación en la mentalidad es impulsar una cultura de datos donde la información propietaria de cada organización es la clave para diferenciarse. Por ello, 72% de los CEOs opinan que los datos propios son esenciales para aprovechar la IA generativa y agéntica; aunque 50% admiten que cuentan con tecnologías no conectadas.
Miedo a perderse en el espejismo
El director del sector Consulting de IBM explicó que el cuarto cambio en la mentalidad necesita priorizar el retorno de inversión (ROI) y no el FOMO (miedo de quedar fuera, por sus siglas en inglés), porque hay proyectos que pueden ser atractivos pero el ROI está en profundizar la transformación que trae productividad y valor empresarial.
Este es un tema relevante porque, de acuerdo con las respuestas del estudio de IBM, apenas 24% de las iniciativas de IA han generado el ROI esperado. En tanto, el 57% reconoce que el riesgo de quedarse atrás impulsa la inversión en algunas tecnologías antes de comprender claramente el valor que aportan, pero solo el 31% cree que es mejor ser “rápido y equivocado” que “lento y acertado” en cuanto a adopción tecnológica.

Como consecuencia, el reporte detalla que para acelerar el progreso casi dos tercios (62%) afirman que sus organizaciones están priorizando casos de uso de IA basados en el ROI y 68% reporta que establecieron métricas claras para medir el retorno de la innovación de manera efectiva.
El último de los cambios es aprovechar el talento del ecosistema. Los directivos de Latinoamérica señalaron que la diferenciación de otras empresas depende de tener la experiencia adecuada, en los puestos correctos, y no solo el progreso tecnológico. De ahí que uno de cada tres trabajadores requerirá recapacitación en los próximos años.
“Los CEOs están equilibrando las presiones del retorno de inversión a corto plazo con la necesidad de invertir en innovación a largo plazo en lo que respecta a la adopción de la IA.
“Pero sabemos que las organizaciones que continúan innovando, especialmente en periodos de incertidumbre, saldrán fortalecidas y mejor posicionadas para aprovechar nuevas oportunidades”, enfatizó Luis Fernando Padilla.
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