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Todo parece indicar que Sony ha comenzado el 2024 con una multa millonaria. De acuerdo con información de la organización Competition Policy International (CPI), la compañía japonesa tendrá que pagar una multa de 13.5 millones de euros, esto después de que la Autorité de la Concurrence de Francia haya descubierto irregularidades en los mandos de PS4.
De acuerdo con CPI, la sanción ya fue impuesta pues el "organismo regulador calificó como abuso de posición dominante de Sony en el mercado de suministro de controladores de videojuegos para PlayStation".
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¿Cuáles fueron las infracciones de cometió Sony?
La investigación realizada por la Autorité de la Concurrence de Francia, reveló dos infracciones cometidas por la compañía japonesa. Una de ellas está relacionada con medidas técnicas que implementó Sony en 2015 para combatir la falsificación de controladores, lo cual "afectaba el correcto funcionamiento de los controladores de juegos de terceros producidos sin licencia oficial de Sony", informó el regulador.
Una de las principales afectaciones que sufrieron los controladores, eran las desconexiones periódicas durante las actualizaciones del sistema operativo de la consola. Estas acciones, según el organismo antimonopolio, eran practicas "indiscriminadas y afectaban a todos los controladores 'sin licencia' sin distinción", lo que a su vez también fue perjudicial para los terceros fabricantes.
Otra de las infracciones graves cometidas por Sony, esta relacionada con el impedimento de la entrada de rivales de Sony al programa de licencias de PlayStation. De acuerdo con el regulador, "estas medidas dañaron significativamente la imagen de marca de los terceros fabricantes afectados, impidiendo su crecimiento en el mercado".
Además, que la Autorité de la Concurrence de Francia descubrió que los fabricantes externos tenían varios obstáculos para unirse al programa de licencias de Sony, lo cual ralentizó su expansión en el mercado.
De acuerdo con un comunicado realizado por el organismo comercial: "La combinación de estas dos prácticas dañó significativamente la imagen de marca de los terceros fabricantes afectados, tanto frente a los jugadores como a los distribuidores, frenando su expansión en el mercado y conduciendo a su posible exclusión".
En este contexto, Sony obtuvo una multa de 13.5 millones de euros. Hasta la redacción de este artículo, la compañía japonesa no ha emitido ningún comunicado al respecto, por lo que hasta ahora no se sabe si apelará la decisión del regulador francés.
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