La inteligencia artificial no solo está transformando industrias, también está reescribiendo alianzas.
OpenAI, la startup de investigación en inteligencia artificial (IA), atraviesa una fase crítica: una reestructura interna que pretende transformar su rama comercial en una empresa con fines de lucro de beneficio público.
Sin embargo, buscan que la junta directiva siga al frente, lo cual puede generar varias fricciones con su socio estratégico: Microsoft.
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¿Microsoft como un obstáculo para OpenAI?
De acuerdo con el medio Financial Times, las conversaciones de OpenAI con Microsoft, su mayor inversionista con más de 13 mil millones de dólares, han entrado en terreno áspero.
Fuentes cercanas declararon al medio que Microsoft se ha convertido en un "obstáculo clave" para aprobar el nuevo modelo que quiere adoptar la compañía de inteligencia artificial.
El mayor problema es cuántas acciones recibirá Microsoft en la nueva entidad. Sin embargo, la tensión va más allá de los números. A medida que OpenAI consolida su negocio empresarial y avanza en el desarrollo de Stargate, su proyecto de infraestructura, las dinámicas colaborativas con Microsoft se tornan más competitivas.
Pero también se negocia un contrato más amplio que definiría el acceso que tendrá la firma de Redmond a los avances tecnológicos de OpenAI más allá del año 2030.
Si el acuerdo beneficia a ambas compañías, Microsoft podría ceder parte de su participación en la reestructura interna que está buscando OpenAI.
Lo que está en juego no es solo la forma jurídica de una empresa, sino el equilibrio de poder en uno de los sectores más decisivos del siglo XXI: la inteligencia artificial.
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