En nombre del pueblo se han destruido instituciones democráticas manchándolas -sin prueba alguna- con el estigma de la corrupción para debilitarlas y proceder así a su asalto. Mienten.

El dolor, la impotencia, el baño de sangre en regiones de nuestro país, no parecen importar ni son parte de las preocupaciones centrales del actual gobierno. Gobernar no es solo hablar todos los días frente a un micrófono.

La negociación del T-Mec tiene que ser un asunto de verdades. Si se quiere mandar un mensaje contundente a China, empiecen por la empresa Time Ceramics.

Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia en un contexto de caos, escaso crecimiento económico, violencia y la sombra de quien parece se niega a abandonar de todo el poder.

Cómo entender que cuando al fin vamos a tener a una mujer en la presidencia, se ataque a otra con saña porque no soportan que sea independiente, insumisa y que cumpla con su tarea de defender nuestra Constitución.