La obra de Gabriel Zaid está impregnada de un espíritu reflexivo y de respeto hacia sus lectores; su forma de concebir las revistas culturales es una continua invitación a enriquecer la discusión a través de las ideas

“Si alguna vez lograra acabar un todo de proporciones mayores, bien estructurado de principio a fin, entonces el relato nunca podría desprenderse definitivamente de mí, y yo podría oír su lectura tranquilo y con los ojos abiertos...”