El plan de Obama buscaba permitir que 4 millones de personas - que residían ilegalmente en Estados Unidos al menos desde el 2010, no presentaban antecedentes criminales y tenían hijos que eran ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes - ingresaran en un programa que los protegía de la deportación y recibieran permisos de trabajo

Migrantes que llegan a sus costas trabajan largas horas al día con una paga que ronda los 27 euros por jornada en los diferentes campos del país