Cifras de la CNDH indican que en 2015 casi 5 mil niños y adolescentes estaban recluidos en centros de reinserción social que operan con las mismas reglas que las prisiones para adultos. Expertos alertan que en estos sitios sufren vejaciones y son atendidos por personal que no está apto para brindarles un trato acorde a su edad y problemáticas