
Morirse de vida
Y era inevitable convocar a don Francisco de Quevedo que, estoicamente, lamenta en su Virtud militante que “hoy cuento yo cincuenta y dos años, y en ellos cuento otros tantos entierros míos...”
Y era inevitable convocar a don Francisco de Quevedo que, estoicamente, lamenta en su Virtud militante que “hoy cuento yo cincuenta y dos años, y en ellos cuento otros tantos entierros míos...”
Y no, no es agradable envejecer, siempre y cuando se limite al cuerpo. El desfile de achaques y dolores no siempre sucede en los Campos Elíseos. Las cataratas en los ojos y las rocas en los riñones lo convierten a uno en un paisaje móvil
Bueno, ¿ahora sí ya terminó el asunto? No. El candidato “presidentitos” demandó a la candidata “presidentitas” por haberlo calumniado ante el Tribunal Electoral...
El viril Fidel y el Ché testosterón decían: “jamás pensaríamos que un homosexual puede encarnar las condiciones y requerimientos de conducta necesarios” para cambiar las cosas
Como es ya obvio, el empleo de la histórica lucha de las mujeres sirve hoy para acusar y censurar a cualquier ciudadano o ciudadana que tenga la mala idea de decir públicamente lo que le venga en gana
ADVERTENCIA TRES: Se ordena por última vez a la persona o persono redactora que deje de emplear la palabra “damas” y se le ordena memorizar la definición de “Violencia Política”...
Podía usted practicar la XXXXXXXX de XXXXXXXXX siempre y cuando no ofendiera la moral de El Supremo que, de hacerlo, lo declaraba a usted en vivo y ante la Patria entera alcahuete corrupto achichincle mentiroso...
Propongo un Movimiento de Regeneración del Silencio que asesine las bocinas públicas; que secuestre santitos hasta que el cura entregue sus reservas de pólvora; que les castre los mofles a motos y micros...
Se preguntaba Paz: “Después de haber liquidado de una manera pacífica una tradición política que duró más de medio siglo, ¿seremos capaces de convivir en una democracia abierta, con todos sus riesgos y limitaciones?
No: los migrantes no son “nuestros” ni propiedad del gobierno; los migrantes son suyos, propiedad de sí mismos, y más que “solidarios con México” son responsables con sus familias. Si algo es nuestro es la vergüenza de haberlos expulsado.