
¡Molestar!
En lo personal, me seduce incomodar, molestar, picar la cresta; se trata de una gimnasia de conocimiento: llevar hasta sus últimos límites el temperamento, la paciencia o la tolerancia de alguien
En lo personal, me seduce incomodar, molestar, picar la cresta; se trata de una gimnasia de conocimiento: llevar hasta sus últimos límites el temperamento, la paciencia o la tolerancia de alguien
No estoy en contra de que el lenguaje sea utilizado como se les pegue la gana, con la excepción de que sea utilizado como consigna fascista, violenta y discriminatoria.
Aprendí a someter el desasosiego transformándolo en parte esencial de mi vida cotidiana: podía vivir bajo el asedio de su presencia y lo consideré un torrente sanguíneo del que sería imposible escapar
Oponerse al reinado del automóvil ha sido una batalla común que han ofrecido escritores y ensayistas tales como Ivan Illich, Gabriel Zaid, Guy Davenport, Morris Berman y un nutrido grupo de pensadores
El camino hacia el fascismo duro se erige sobre la ausencia de educación, de lecturas, de información variada, de disposición a escuchar
Es probable que un niño que fue feliz en el Acapulco de los años setenta jamás tendría que pensar en la muerte o hacerse a un lado
Hoy poseo un gran olfato el cual me previene de acontecimientos violentos desagradables