A tres semanas de la salida británica de la UE, las opciones para lograr un acuerdo palidecen, aunque aún es posible extender de nuevo el plazo

De no llegar a un acuerdo, la Gran Bretaña pasaría a ser un tercer país, con consecuencias para los expatriados e implicaría el fin de la libre circulación de personas, mercancías y servicios