Los libros de Améry son objetos donde no hay sitio parala autocompasión, donde nadie sufrirá en el lugar de otro por comodidad. Leerlos implica recorrer un camino sin orientación pero lleno de voluntad y entereza.

“A ninguno de los dos nos gustaría sobrevivir la muerte del otro. A menudo, nos hemos dicho que, en el caso de tener una segunda vida, nos gustaría vivirla juntos”