
Lanzadas las fanfarrias al vuelo ante el señalamiento de que el Instituto Mexicano del Seguro Social tiene viabilidad financiera hasta 2030, a cuya vera se le colocaron pedestales a sus exdirectores generales, José Antonio González Anaya y Mikel Arriola Peñalosa, hete aquí que la fórmula mágica apuntó a sacrificar crecimiento.