La entrega médica dedicada a cuidar, atender enfermos, decae con celeridad. Realidad maligna de la nueva era de la incomunicación. Los enfermos requieren humanos a sus lados, no robots.

Los pesares y dolores del mundo crecen sin cesar. Nadie los para. A pocos les interesa repasar cómo se hunde el mundo. Ver para (medio) creer. Creer para ver.