En las últimas contiendas en Latinoamérica, las izquierdas fueron desplazadas por opciones de derecha y su extrema, lo que evidencia el agotamiento por las promesas vacías y las falsas renovaciones. No obstante, el tránsito ha sido suave, sin sobresaltos, los aparatos funcionaron, hecha excepción de Honduras, en donde el oficialismo fue un obstáculo para las labores de conteo, pero terminó cediendo por el apretón internacional, principalmente el de la Casa Blanca.

El famoso ‘péndulo’ revela la impaciencia del ciudadano ante la insatisfacción de sus demandas, difícilmente se le puede convencer de que resista en espera de resultados que nunca llegarán. Ahora es dinámico, reclama respuestas inmediatas, al no recibirlas, cae en la decepción y con facilidad muda su postura, muchos, animados más por las subvenciones que por el peso de cuestiones ideológicas. En este contexto, lo que nos debe de incumbir es el reflejo del morenismo y analizar las posibles repercusiones internas.

En México, los poderes de la unión y parte importante de las entidades están bajo el control de una sola fuerza ¿voluntad popular? sí, pero el monopolio del manejo del Estado produce excesos, para muestra, la ilegítima supermayoría que se atribuyeron en las cámaras y la reforma judicial. Es verdad que uno de los temas fundamentales es la falta de certeza jurídica, el distanciamiento de los jueces con la sociedad, la impunidad y el abandono del derecho a los que menos tienen, pero el remedio hasta hoy no alivió la enfermedad, siguen los mismos vicios, quizá agravado por los ministros que claramente son proclives a la 4T, y lo peligroso es que se extravió el árbitro constitucional, esencialmente para los casos que le interesan al régimen. El asunto no es menor, la vida nacional se encuentra en políticos que aducen actuar guiados por el beneficio colectivo, sujetos a su exclusiva creencia, luego se corrompen, ya nada los detiene.

Es indiscutible, en el corto plazo luce complicado el viraje, los niveles de aprobación de Sheinbaum se mantienen, sin embargo, no se ve que, ante la contingencia de este, haya una afirmación institucional en la que se admita la derrota, por el contrario, se ha ido construyendo una muralla para blindar su permanencia, son señales puntuales: el discurso que fija la agenda diaria con las ´mañaneras´, la rendición del Legislativo y de la Corte, la anunciada enmienda electoral y, finalmente, las presiones a los medios de comunicación, hacen que una transición tersa sea poco probable. Si se manipulan los órganos que certifican el proceso, ¿por qué perder?, gran tentación.

Durante décadas lo sufrimos, el partido único fue el gestor de la intocable casta gobernante, fabricante de escandalosas fortunas a costa del erario, siempre con el manoseo discrecional del Ejecutivo en turno, sin contenciones y sin otro límite que el tiempo del sexenio, todo indica que se está repitiendo la historia.

Noche de familia, amigos y armonía en la que habrá obsequios entre sonrisas y abrazos, vale la pena hacer una profunda reflexión por este país: ¿Es este el sistema que garantiza nuestras libertades o es el que las hipoteca?

Les agradezco su lectura y aprovecho para desearles una muy feliz Navidad.

Abogado. @VRinconSalas

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