El respaldo que la mayoría de Morena y aliados, a excepción del PT, otorgaron a Cuauhtémoc Blanco para evitar que enfrente sin fuero la denuncia por el presunto abuso sexual contra su media hermana, puso en duda la congruencia y el compromiso de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo con los derechos de las mujeres y el combate a la creciente violencia de las que son víctimas.
Con eufemismos como hipotéticos errores en la carpeta de investigación y la supuesta falta de credibilidad del exfiscal de Morelos, Uriel Carmona, quien promovió el desafuero del exfutbolista, Sheinbaum Pardo dejó pasar la oportunidad de demostrar su “obligación de proteger” a las mujeres como primera mujer Presidenta (Conferencia mañanera, 3 de octubre de 2024).
El costo de haber votado a favor del dictamen que evitó el desafuero de Cuauhtémoc lo cargarán no solamente las fracciones parlamentaria de Morena y el Verde, las dirigencias de su partido y sus legisladores y legisladoras que lo cobijaron afirmando sin rubor “no estás sólo”, sino también el PRI, que entregó su voto. Pero, sin duda, el mayor costo será para la Presidenta, quien no mostró la suficiente firmeza para apoyar a la mujer víctima de un presunto abuso sexual perpetrado por un correligionario de su partido.
¿Dónde quedó el “no llegué sola, llegamos todas”? ¿cuál es la finalidad de crear una Secretaría de las Mujeres y presentar iniciativas de reformas constitucionales para garantizar la igualdad sustantiva, la perspectiva de género y el derecho a una vida libre de violencia, sí cuando hay que demostrar realmente el compromiso, se prioriza el interés político sobre la justicia?
''Como primera Presidenta de México nuestra obligación es proteger a las mujeres y que en la Constitución de la República quede establecida (…): Uno, la igualdad sustantiva (...) Y también el derecho a una vida libre de violencia, no sólo para las mujeres, sino para las y los adolescentes, las y los niños…”, dijo la primer mandataria al presentar, el 3 de octubre de 2024, el paquete de iniciativas que promovió en relación con los derechos de las mujeres, pero ahora que tuvo la oportunidad de llevarlas a la práctica, la dejó pasar.
Los partidos que se aliaron para salvar a Cuauhtémoc fueron indiferentes a las aterradoras cifras de la violencia contra las mujeres en México: cada 24 horas, diez mujeres son víctimas de feminicidio. Cada día se denuncian, en promedio, 90 casos de abuso sexual. El país vive una epidemia de violencia sexual donde las mujeres y los menores de edad son las principales víctimas, de acuerdo con un estudio de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.
En México, 70.1 % de las mujeres de 15 años y más ha experimentado, al menos, una situación de violencia a lo largo de la vida. La violencia psicológica fue la de mayor prevalencia (51.6 %), seguida de la violencia sexual (49.7 %). En el ámbito comunitario es donde viven mayor violencia (45.6%), seguido de la relación de pareja (39.9 %), según Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021
El combate a la impunidad, otro estandarte de esta administración, fue otra de las víctimas de la decisión de apoyar, por encima de cualquier costo, a Cuauhtémoc Blanco. De ahora en adelante, el discurso presidencial, de Morena y sus aliados, incluyendo ahora al PRI, de combatir la violencia contra las mujeres y la impunidad, no tendrá la más mínima credibilidad…al menos que lo demuestren con hechos.