Uno de los mayores desafíos de cualquier administración es cuidar los maravillosos paraísos con los que contamos en México y, más aún, cuando las grandes constructoras pretenden apoderarse y destruir a toda costa nuestros recursos naturales.

Tenemos el ejemplo de la empresa minera transnacional Calica que explotaba recursos minerales en Quintana Roo de manera ilegal e ilegítima, hasta que se puso freno a esa ilícita explotación de los recursos naturales desde la administración pasada.

Hoy la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), con gran firmeza han comenzado a implementar acciones en el sureste de México y me refiero a la bella Mérida, Yucatán, donde han reiterado su compromiso con la protección de áreas naturales y el cumplimiento de la normatividad en dicho Estado.

Han alertado a diversas construcciones sobre el riesgo ambiental, así se llevó a cabo la clausura de una obra ilegal en Chicxulub Puerto, muy cerca de Progreso en Yucatán.

Asimismo, hace 3 días se clausuró la granja porcícola Pecuaria Peninsular, de Santa María Chi, por no contar con permiso de descarga de aguas residuales.

Ahora, a kilómetros de distancia de Progreso, se construye otra obra que daña el ecosistema, ubicada en el kilómetro 31 de la carretera Chicxulub-Telchac, donde estos depredadores del medio ambiente pretenden la construcción de mil lotes, dicho proyecto es identificado como: "Cayo Coco".

El impacto de semejante desarrollo no lo soportará la infraestructura de la zona, pues incluso, la propia Comisión Federal de Electricidad batalla para proporcionar el suministro de energía en ese lugar, aún sin esta inmensa obra, por lo que sin tener en cuenta dicho impacto se pretende construir a un costado de una laguna, afectando el hábitat de la fauna.

El delegado de la Semarnat ya se prestó a realizar las inspecciones correspondientes de la mano de la Profepa, bajo el "Operativo Nacional en Ecosistemas, Costeras y Playas turísticas de México", ojalá pronto detengan "Cayo Coco".

Además, dicha obra ilegal ya generó el activismo de los lugareños de la zona, los cuales han empezado las gestiones para que se evite lo antes posible el daño al ecosistema.

Así es que la titular de la Semarnat, Alicia Isabel Adriana Bárcena Ibarra, y Mariana Boy Tamborrel, titular de la Profepa, deben de tomar cartas en este último asunto y aplicar la ley sin distingo alguno, puesto que la obra de Cayo Coco es violatoria de múltiples ordenamientos competencia de dichas autoridades.

Por el bien de nuestro ecosistema se reconoce cada acción de este gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, para preservar las riquezas naturales.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”. @UlrichRichterM

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