Recientemente la polarización política tuvo una pausa, todas las fuerzas políticas y mediáticas lamentaron al unísono el fallecimiento de uno de los más emblemáticos políticos del siglo pasado que, junto con otros notables de aquella época, sentaron las bases democráticas del México de hoy.
Excelente orador, de carácter fuerte, inteligente, sin medias tintas, directo, republicano y polémico, así definiría a Don Porfirio Muñoz Ledo.
Es cierto, no hay político que no sea polémico y el día que no lo sea, dejará de serlo. Pero el caso de Muñoz Ledo hizo propio ese atributo.
Sus dotes de zoon politikón se observaba desde su juventud. En 1953, el joven Porfirio ganó el concurso de oratoria de esta casa editorial, EL UNIVERSAL, y fue un gran columnista también. El tiempo y su trabajo demostrarían que México perdió un verdadero animal político de la vieja guardia.
Junto con el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez constituyeron el Frente Democrático Nacional (FDN), el origen de lo que hoy es el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Colaboró con los expresidentes Luis Echeverría como Secretario del Trabajo; con José López Portillo fue Secretario de Educación Pública; con Miguel de la Madrid fue Embajador ante la ONU, y con Vicente Fox fue el representante de México ante la Unión Europea.
Además fue Senador del PRD en la LIV legislatura, Diputado Federal del PRD, en la LVII legislatura y Diputado Federal del Partido del Trabajo en la LXI legislatura.
Compañero de lucha de líderes de la izquierda mexicana como Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, siendo a este último a quien Don Porfirio, como Presidente de la Cámara de Diputados, le puso la bandera presidencial sellando la histórica lucha, tanto de esa corriente como la del propio Muñoz Ledo.
Su temperamento le hizo enfrentarse a muchos presidentes, como al propio Miguel de la Madrid cuando le reclamó el gran fraude electoral, y en los últimos años mostró diferencia con el actual mandatario y la 4T, lo que los separó de la gran amistad que tenían. Por eso lo planteado anteriormente, la P de Porfirio era también de Polémico.
Sin duda, pocos personajes en la política tendrán la inteligencia y el sentido republicano que tenía Muñoz Ledo. Dejó su huella y ejemplo de congruencia política, un guía para sus aún contemporáneos para también de las nuevas generaciones de políticas y políticos. Buen viaje, Don Porfirio.