Todos hemos escuchado, en noticias, conferencias o redes sociales, sobre las sesiones del Gabinete de Seguridad. Ya sea a nivel nacional, en la Ciudad de México, en algún estado o incluso en ciertos municipios, estas reuniones se mencionan con frecuencia como parte de la estrategia del Estado para enfrentar el crimen. Pero pocas veces nos detenemos a preguntarnos: ¿qué son estos gabinetes? ¿qué función cumplen? y ¿qué resultados han dado para mejorar la seguridad de las personas en nuestro país?

En el centro de estos gabinetes está la seguridad nacional, entendida como una responsabilidad del Estado mexicano, que debe ser colectiva y por tanto requiere de mecanismos eficaces de coordinación para garantizar la paz, el orden y la justicia. Esta serie de Gabinetes de Seguridad operan en distintos órdenes de gobierno: federal, estatal y municipal; ello permite una coordinación territorializada, que adapte las estrategias de seguridad a las características particulares de cada región.

La violencia no se manifiesta de forma homogénea en todo el país. Por eso, una política de seguridad eficaz debe considerar tanto la perspectiva nacional como la local. Este enfoque de gobernanza multinivel permite generar plataformas de coordinación para canalizar mejor los recursos, compartir información sensible, diseñar operativos más precisos, brindar protección integral a las víctimas, y reducción de corrupción e impunidad.

Por otro lado, es indispensable dotar a esos gabinetes emergentes de un marco normativo claro, de bases jurídicas firmes, y de una arquitectura técnica y operativa que les permita sostenerse en el tiempo. Sin estos elementos, corren el riesgo de convertirse en mesas informales sin capacidad de incidencia real, o peor aún, en simulaciones de coordinación sin resultados. Replicar lo exitoso exige más que voluntad política, exige institucionalidad, claridad de objetivos y responsabilidad compartida.

México pasó de un modelo centralista y cerrado, a uno que, pese a sus desafíos, apuesta por la horizontalidad y la inteligencia compartida. Los Gabinetes de Seguridad, encarnan ese nuevo modelo de gobernanza, donde el uso legítimo de la fuerza del Estado se conjuga con la planeación, la prevención y el respeto a los derechos humanos.

En momentos en que se atienden muy importantes situaciones de seguridad nacional, reconocer lo que ha funcionado es imprescindible. Los Gabinetes de Seguridad bien coordinados y constantes, han demostrado, como en la experiencia de la Ciudad de México en el sexenio pasado, que es posible enfrentar el crimen desde la inteligencia, la cooperación y la legalidad.

Académico y especialista en políticas públicas

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