De manera general, el ciclo de evaluación de una política pública distingue dos niveles de resultados derivados de la misma política: los efectos y los impactos. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reconoce a los efectos como resultados tempranos mientras que los impactos hacen referencia a transformaciones de largo plazo. Los efectos pueden observarse al cabo de unos meses de implementada la política, mientras que los impactos requieren un horizonte temporal más amplio para manifestarse y ser medidos. Así, una iniciativa en materia de seguridad o justicia podría mostrar sus primeros efectos entre los 6 y 12 meses posteriores a su aplicación, pero su impacto solo sería constatable transcurridos 5 años o más.
Un rasgo distintivo de la gestión de la presidenta Claudia Sheinbaum es el enfoque humanista impulsado desde la presidencia hacia todo su gobierno, el cual coloca a las personas —y en especial a quienes históricamente han padecido marginación— en el centro de las políticas. México no se encuentra en un momento ideal y eso es importante reconocerlo, pero la combinación de una visión gubernamental con conciencia social y la voluntad de reforzar las instituciones, ha generado efectos alentadores.
La integración de esta nueva manera de generar políticas es fundamental para sentar las bases de un impacto que, a futuro, se exprese en mayores oportunidades y bienestar. Un ejemplo lo encontramos en la seguridad pública, que tiene mayor efectividad cuando se acompaña de crecimiento económico con proyectos como la edificación de un millón de viviendas y la construcción de rutas férreas que estarían dinamizando la economía regional. Al mismo tiempo se vuelve necesario el reordenamiento de las concesiones privadas de agua, pues al devolver estos recursos al ámbito público, se abre la posibilidad de recuperar ciclos de siembra y cosecha, recargar los acuíferos y disminuir la contaminación, creando condiciones más favorables tanto para el desarrollo productivo como para el bienestar de las comunidades, lo cual, estaría contribuyendo, a mediano plazo, a la reducción de la inseguridad.
Recorrer el camino hacia una transformación profunda exige constancia, monitoreo continuo y un compromiso por no abandonar a quienes siguen excluidos de los beneficios del desarrollo.
Los efectos visibles deben evolucionar hacia un impacto tangible que mejore la vida de todas las personas. Con la participación social y la determinación de corregir injusticias de largo tiempo, es posible que estos primeros avances conduzcan a una reconfiguración más democrática y justa para todas y todos los mexicanos, pero especialmente para aquellos en condiciones de mayor necesidad. Siempre desde una mirada y humanista en su ejercicio.
Académico