Por MONTSE VILLEGAS, colaboradora del programa de Intervención en Crisis de The Trevor Project
Durante esta Marcha del Orgullo, seguramente veremos a mamás, papás y familias portando carteles que ofrecen abrazos gratis. En un contexto donde el 53 % de las juventudes LGBTQ+ declara haber sufrido discriminación por parte de su propia familia -de acuerdo con la Encuesta 2024 sobre Salud Mental de las Juventudes LGBTIQ+ en México- estos gestos pueden convertirse en un verdadero apapacho al corazón para muchxs.
Ante estos actos, surge una pregunta que muchxs de nosotrxs nos hemos hecho: ¿Qué puedo hacer para que mi familia me acepte?
La realidad es que, cuando salimos del clóset, pareciera que nuestras familias se meten en él, bloqueando la comunicación sobre nuestra sexualidad, invalidando nuestras vivencias y emociones. Esto ocurre, muchas veces, porque nuestras familias experimentan un duelo: el de confrontar los paradigmas y expectativas que la sociedad nos ha enseñado. Desde antes de nacer, se proyecta sobre nosotrxs un “deber ser” que crece con el tiempo, al asumir roles como hijx, hermanx, xadre o familiares.
Como parte de la segunda temporada de +Cerca, una campaña de The Trevor Project México titulada “Reescribiendo la historia”, tuve la oportunidad de tener una conversación honesta con mi mamá. Fue un espacio para reconocer nuestros miedos y vivencias en torno a mi bisexualidad, y para compartirle cuánto me impactó su rechazo en ciertos momentos. Esa charla me permitió ver que para ambas fueron tiempos difíciles, que cada una se refugió en su dolor. Reconocer a mi mamá como una persona vulnerable, que no lo sabe todo y que también puede sentir miedo, abrió la puerta para conectar desde otro lugar, con más empatía y comprensión.
Muchas veces fui exigente al pedirle que me viera como realmente soy, sin darme cuenta de que ambas estamos inmersas en una sociedad cisheteronormativa que descalifica todo aquello que se sale de lo establecido. Perdí de vista que, así como a mí me tomó tiempo descubrirme y aceptar mi bisexualidad —y que, al decirlo, me sentía en la cima del mundo—, mi mamá apenas comenzaba a recorrer su propio camino cuando le compartí mi orientación, era normal que ella tuviera dudas e inquietudes, algunas podía resolverlas yo, pero otras necesitaba apoyo. Entender eso me ayudó a disminuir mi enojo hacia ella y buscar espacios afirmativos que nos acompañaran a ambas en el proceso.
Hoy, nuestra familia se ha convertido en un espacio afirmativo que abraza el orgullo de ser. Para lograrlo, tuvimos que reescribir nuestra relación madre-hija. Nos responsabilizamos de lo que cada una podía trabajar y procesar para mejorar nuestra comunicación. Fue un trabajo colaborativo, en el que también sumamos redes de apoyo como amistades, organizaciones y grupos que han sido clave para reconectar. Lograr este encuentro con mi mamá, me ha hecho entender que los espacios seguros y afirmativos se construyen en comunidad, con la participación de todxs.
Vivir la diversidad dentro de la familia implica reescribir historias desde el amor y el genuino interés por conectar más allá de las imposiciones sociales; ese “deber ser” no solo afecta a las personas LGBTQ+, también atraviesa a nuestras familias. Merecemos más abrazos llenos de orgullo, que reconforten el corazón y que permitan romper con las ideas cisheteronormativas que nos afectan a todxs.
Al participar en la campaña +Cerca, mi mamá y yo esperamos que nuestra historia pueda resonar con otras y aportar a la creación de espacios afirmativos. Te invitamos a ver los capítulos de “Reescribiendo la historia” en las redes sociales de The Trevor Project México. Estamos segurxs de que al verlos sentirás ese abrazo que todxs merecemos.
No estamos solxs. The Trevor Project México nos acompaña a través de sus servicios digitales de manejo de crisis: TrevorText y TrevorChat, que son gratuitos, seguros, confidenciales y están disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año.
El video de +Cerca “Reescribiendo la historia” lo puedes consultar aquí.