Por Ignacio Cubillas García

Es diciembre, a finales de los noventa. La familia se reúne y, como muchas veces, todo mundo pasa a saludar primero a la abuela, las tías y los tíos ríen al recordar anécdotas que tú apenas alcanzas a ubicar, mientras que de la cocina llega el olor de algún platillo rico, aunque se sabe bien que falta tiempo para que la cena esté lista. Y entonces sucede, la atención de las personas adultas cae sobre ti y comienzan las preguntas sobre la música que escuchas, la forma en que vistes, el peinado que usas, quién te gusta y tus calificaciones escolares, ¿cómo un momento feliz pasó a ser tan incómodo?

Si este escenario te suena familiar, es posible que conozcas lo que es lidiar con lugares donde se te puede juzgar, rechazar, o invalidar por lo que piensas, las actividades que realizas o por quién eres. Este escenario es similar al que enfrentan muchas de las personas de la comunidad LGBTQ+ al estar presentes en las reuniones de la temporada decembrina.

En una encuesta realizada por The Trevor Project México, se encontró que más del 78% no cuenta con un hogar afirmativo que respete y valide su identidad o expresión de género, y que solo el 34% considera tener un hogar donde siente aceptación completa después de salir del clóset.

Hoy en día, quienes somos las personas adultas que dirigimos esos festejos o reuniones, y quienes heredamos las tradiciones, costumbres y rituales, tenemos la responsabilidad de cortar el ciclo y evitar dejar como legado esa violencia e incomodidad que llegamos a sentir o ser testigos.

Dean Spade, abogado, profesor y activista trans sugiere, en su libro Apoyo mutuo: construir solidaridad en sociedades en crisis, que podemos adoptar acciones de cuidado al mostrar solidaridad entre las personas y reconocer que la confianza y conexión puede desafiar a las injusticias y violencias que vivimos en la sociedad.

De este modo, generar espacios seguros en nuestros hogares no solamente sería una muestra de afecto hacia esas personas que apreciamos, sino que sería un acto para fortalecernos como sociedad. Todas las juventudes merecen contar con un entorno de validación y aceptación, por lo que, si tienes interés de crear un hogar seguro para tus familiares LGBTQ+, The Trevor Project México ha creado una guía que podría ser de utilidad.

La , Abraham Roldán, Chris Camacho y Karla Salgado nos muestran de una forma amplia y didáctica diferentes estrategias para fomentar la seguridad, el apoyo y la comprensión en nuestros entornos de convivencia, así como prevenir la incomodidad, el rechazo y la violencia.

Entre las acciones que podemos hacer como individuos, en especial cuando nos hacemos cargo de los festejos o las reuniones esta temporada, están:

  • Validar, reconocer y honrar las identidades y experiencias de las personas que nos acompañan 
  • Escuchar activamente y brindar espacio de expresión a todas las voces para expresar su sentir, sin interrupciones o prejuicios 
  • Respetar los pronombres y nombres elegidos de quienes nos acompañan
  • Informarnos más sobre aquellos temas, situaciones e identidades que nos comparten las juventudes, así como mostrar la apertura de que nos expliquen su saber y experiencia
  • Apoyar de forma visible y constante, donde además de aceptar, nuestro afecto y validación se traduzca en acciones que brinden confianza y seguridad a quienes nos acompañan

Sara Ahmed, filósofa, escritora e investigadora, reconoce que los espacios que habitamos suelen estar orientados para que ciertas identidades de las personas puedan vivir en comodidad, mientras que otras se encojan o sean invisibles, por lo que se crea una norma de lo que se le considera correcto o incorrecto en nuestra convivencia. Esto explica, en parte, la discriminación, rechazo y odio que suelen vivir las personas LGBTQ+. Crear espacios seguros es una forma de reorientar nuestros lugares para que todas las personas puedan estar y vivir en plenitud.

No es una cuestión de capricho o moda, los estudios demuestran que con espacios afirmativos, de aceptación y seguridad se mejora significativamente la salud mental de las juventudes LGBTQ+, se fomenta la resiliencia, y puede ser un factor de protección ante síntomas de depresión, ansiedad e ideación de suicidio.

Hagamos de nuestros hogares un espacio seguro para nuestras juventudes, celebremos estas fechas con la dicha y plenitud. Reorientemos hacia el cuidado, para que nadie tenga que volver a preguntarse por qué se tiene incomodidad en un momento que se debería sentir feliz.

Licenciade en Psicología por la Universidad Veracruzana y colaboradore de Intervención de Crisis en The Trevor Project México

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