Seguramente recordarán el doloroso caso de Dulce Belén Sánchez, ella es un claro ejemplo de inocencia en prisión, tortura, y actualmente trae una sentencia de 70 años por un delito que no cometió.
Sabemos que la cárcel está llena de personas inocentes. Nuestro sistema de justicia penal carece de transparencia y el uso de la fuerza se ha vuelto el método que suple la investigación.
Utilizo este espacio para recordarles la historia de Dulce, ya que no importa el ruido que hagamos, las autoridades parecen ser indiferentes ante la privación inocente de una mujer. Dulce servía a la patria. Era policía federal y hasta su detención estaba embarazada de gemelas.
Ingresó a prisión de manera injusta, perdió sus hijas de 5 meses en su vientre, después de ser torturada y golpeada por autoridades. Su vida, es la historia de una funcionaria traicionada por un sistema que la ha dejado con una injusta sentencia de 70 años. Encima de haber perdido a sus gemelas a consecuencia de la tortura que vivió hace 12 años que la encarcelaron, hoy aún desde prisión, se enfrenta a un nuevo obstáculo.
Como parte de las secuelas de la tortura a la que estuvo expuesta en su detención, Dulce dejó de ver por dos semanas del ojo derecho. Tras hacerle estudios, el especialista le mencionó que tiene que ver con un golpe que recibió hace 12-13 años y que como parte del traumatismo que recibió en la cabeza, Los efectos podrían manifestarse en dolores de cabeza agudos y pérdida de la vista. El 5 de marzo, tiene una cita con el neurólogo para determinar con exactitud si se debe a un problema más grave.
“Pido en oraciones a gritos mi libertad, tengo miedo… mi esposo y mi hijo me necesitan”, —me dice Dulce.
Su expediente es Amparo directo 22/2023 en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La ministra ponente es Loretta Ortiz Ahlf y el secretario proyectista, Rodolfo Antonio Becerra Juárez. Como si tantos años no fueran poco, hoy, su abogada y toda su familia están esperando a que fijen fecha de sesión para resolver el asunto, el cual, fue remitido a la ponencia de Loretta, y lo tienen ahí desde el 29 de noviembre de 2023. Al parecer, están ya por fijar una fecha de sesión por parte de la ministra para atender el caso de Dulce.
En México tenemos una deuda histórica con nuestro sistema de justicia penal en materia de género. Sabemos que el sistema está inundado en corrupción e impunidad, pareciera que poco podemos hacer para cambiarlo ya que los esfuerzos ante la indiferencia de las autoridades lo complejizan aún más. Hoy levanto nuevamente la voz y pido a las autoridades que ayuden a Dulce a regresar con su familia, y aunque todos estos años de privación de libertad y tortura física y psicológica no pueden borrarse en su historia, me parece que ayudarla a encontrar justicia es lo mínimo que se puede hacer por ella y su proceso de reparación del daño.
Los expedientes son mucho más que números, son personas, historias, seres humanos con familia. ¿Cuánto más tiene que esperar para poder salir libre? Ya esperó 12 años por un delito que ni siquiera cometió.
