La carta que ayer le mandó el narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada al Gobierno de México, para exigir que su país lo reclame al gobierno de Estados Unidos y solicite su repatriación inmediata, por haber sido víctima de un “secuestro extralegal” de las autoridades estadounidenses, lleva explícitos e implícitos varios mensajes para la llamada 4T. El primer mensaje es que el capo que lidereaba el Cártel de Sinaloa, hasta antes de su violenta fractura, no se ha entendido del todo con el Departamento de Justicia en las negociaciones para volverse “testigo protegido” y ante ello busca el apoyo de las autoridades mexicanas para regresar al país.

Aunque ya le había dado a las autoridades judiciales estadounidenses algunas declaraciones e información en busca de un arreglo que lo beneficiara a él y a sus hijos, el “Vicentillo” y “El Rey”, la solicitud de repatriación del Mayo Zambada apuntaría a que no ha podido alcanzar un acuerdo conveniente con las Fiscales estadounidenses y, ante la amenaza de solicitar para él la pena de muerte si decide no colaborar e irse a un juicio, Ismael está mandando un mensaje -desesperado y amenazante- al gobierno de Claudia Sheinbaum y al movimiento lopezobradorista, para que, por las vías diplomáticas y formales, pueden “rescatarlo” de la justicia estadounidense y regresarlo a México donde prefiere ser enjuiciado.

La rapidez con la que ayer respondió la presidenta Claudia Sheinbaum a la petición del Mayo en la carta difundida por sus abogados, diciendo que la Fiscalía General de la República va a analizar la petición del narcotraficante sinaloense, demuestra que sí hay un interés particular o incluso una preocupación de lo que pudiera decir o declarar El Mayo ante las autoridades estadounidenses.

Y ese notorio interés podría relacionarse con el segundo mensaje que manda en su texto público Zambada García: que si el gobierno de Sheinbaum permite que a él lo enjuicie y sentencie el Departamento de Justicia, habiendo sido “extraído” ilegalmente del territorio nacional, a través de un secuestro y en una acción extrajudicial, entonces las autoridades mexicanas estarían abriendo la puerta a que otros mexicanos, ya no sólo narcos sino también políticos y funcionarios de gobierno, pudieran ser capturados con secuestros ilegales para ser llevados y acusados en los Estados Unidos.

“Esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera, de manera impune, violentar nuestro territorio y soberanía”, dice El Mayo Zambada en su misiva fechada el pasado 20 de febrero y en la que les advierte a los actuales gobernantes de Morena, que si no lo apoyan y exigen su repatriación inmediata a México, estarían abriendo la puerta a que otros ciudadanos mexicanos, “incluso políticos o funcionarios del Gobierno”, sean sustraídos para ser procesados en Estados Unidos.

Pero de los muchos y muy claros mensajes que mandó ayer desde la Corte Federal de Brooklyn, en donde es procesado por la justicia estadounidense, el más importante y que suena casi explicítamente críptico, es la frase donde Ismael Zambada García, el legendario capo del narcotráfico mexicano, le advierte a la administración Sheinbaum que si no atienden su petición de ser repatriado a México, las consecuencias serían muy graves para la relación entre los dos países, al grado de que esta se colapsaría.

“A fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral”, dice textual El Mayo, y lo que se lee entre líneas en su amenaza o advertencia es que la información que él podría revelarle a los Estados Unidos, a cambio de negociar que no le soliciten la pena de muerte en su posible juicio, es de tal magnitud y gravedad que podía dinamitar los entendimientos entre los dos países y generar acciones unilaterales del gobierno de Trump en contra de México.

¿Qué podría ser tan grave como para hacer colapsar las relaciones México-Estados Unidos? ¿Qué el gobierno de Trump decidiera proceder unilateralmente y lanzar, ante la falta de decisión del gobierno mexicano, misiones armadas a objetivos de los cárteles de la droga en territorio nacional? ¿O que desde Washington se diera la orden para acusar y enjuiciar a políticos y dirigentes de la 4T, incluidos los apellidos López Obrador o López Beltrán o algunos otros nombres de gobernadores, congresistas y dirigentes del régimen mexicano? Cualquiera de esas especulaciones caben en los mensajes del Mayo que claramente llevan destinatario específico y tienen como domicilio de entrega una afamada finca de Palenque.

NOTAS INDISCRETAS…

Y vaya si tiene razón para estar preocupado y desesperado El Mayo Zambada, pues justo ayer, el día que él mandó su carta pidiendo auxilio al gobierno mexicano, el presidente Donald Trump volvió a repetir su promesa de campaña de instituir la pena de muerte para los traficantes de drogas en los Estados Unidos. "Yo no sé si nuestro País está preparado para ello. Yo sí: pena de muerte para quienes trafican con drogas", dijo Trump cuando le preguntaron sobre las soluciones a la producción y tráfico de fentanilo de México a Estados Unidos. "Algún día alguien se cansará de ello y lo hará. No habrá ningún problema de drogas en este País (con la pena de muerte). Y se puede hacer a nivel de estado individual por los gobernadores. No habrá ningún problema de drogas en sus estados si lo hicieran", dijo Trump al reiterar su propuesta. Por eso el apuro de Zambada y el llamado de auxilio a los gobernantes de la 4T…Mientras se le resbalaban los señalamientos sobre su riqueza y los ataques que le lanzan los puros de Morena parecen hacerle lo que el viento a Juárez, el diputado y líder sindicalista Pedro Haces no parece ni inmutarse por el fuego amigo y presume su “colita de hámster” para contrastarla con “otros personajes que tienen la cola más grande”. Y mientras sus propios correligionarios intentan desgastarlo armándole campañas, Haces anda muy campante viajando por todo el mundo, atendiendo lo mismo asuntos políticos que empresariales, y parece ser el único líder obrero que posee el don de la ubicuidad, pues lo mismo se le ve un día afuera del edificio de Naciones Unidas en Nueva York, que al otro día está en Madrid, atendiendo sus jugosos negocios taurinos en la Plaza de Las Ventas, y al día siguiente aparece en El Vaticano sentado frente al escritorio del Papa Francisco, con quien dialoga sobre el trato inhumano a los migrantes indocumentados en los Estados Unidos. Eso sí, el diputado y dirigente de la CATEM sostiene que él no cobra viáticos de la Cámara de Diputados y que todo lo paga de su dinero porque claramente problemas económicos nunca ha tenido…Los dados cierran la semana con otra gran Escalera doble y directita al cielo.

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