La Economía Social es poco conocida en México. Urge visibilizarla y fomentarla por su potencial para sumar al crecimiento económico, a la creación de trabajos dignos, a la protección de la riqueza natural. a la producción de alimentos sanos y como vía productiva frente a la pobreza y la desigualdad.
En México tiene raíces prehispánicas y coloniales. El tequio y las “escuelas de oficios” de Vasco de Quiroga subsisten hasta la fecha.
Durante el siglo XX padeció los efectos del corporativismo. Los ejidos y muchos “programas de apoyo a proyectos productivos” se usaron para el control político mas que para impulsar la productividad y la competitividad de la economía social.
El marco normativo tampoco es favorable, tiene mucho de control y poco de fomento. La Ley General de la Economía Social y Solidaria (LESS) aprobada en 2012 fue un avance, pero se quedó corta.
Pese a la adversidad, la economía social formada por unidades económicas formales de propiedad social y colectiva, que se rigen bajo los principios del cooperativismo, subsiste y florece.
En 2023 el Inegi publicó el “Estudio de caso de la economía social y solidaria” que permite dimensionar —aún de manera incompleta— que el sector social de la economía crea 1 millón 734 mil empleos y aporta el 1.6% del PIB nacional. En algunas ramas es mucho mayor, por ejemplo en el PIB de aprovechamiento forestal (74%), agricultura (37%), cría y explotación de animales (26%), en el sector pesquero (20%).
Estas dimensiones no son despreciables, pero el potencial es aún mayor especialmente si consideramos que en Europa las entidades de la economía social generan 13 millones de empleos (6.3% de la fuerza total de trabajo) y en países como España y Francia tienen un peso mayor (12% y 10% de la fuerza productiva respectivamente).
El Instituto Nacional de Economía Social (Inaes) establecido en la LESS no ha tenido relevancia o prioridad. Por fortuna, la red de nodos de impulso a la economía social y solidaria (Nodess) que crearon, subsiste y muchas universidades mantienen programas para apoyar la economía social.
Resulta buena noticia que el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 (PND) reconozca que “un aspecto fundamental de las políticas de desarrollo económico y social es la innovación que representa el impulso a la economía social” y que la estrategia 3.2.8 del PND sea “Apoyar el desarrollo de cooperativas y otros organismos del sector social que generen bienes y servicios, ampliando las opciones de empleo digno y bien remunerado para las familias”.
La oportunidad de fortalecer las empresas de la economía social parece ideal. Esperemos se concrete.
Para contribuir desde la sociedad civil, en 2021 elaboramos de manera colaborativa una “Agenda para la visibilidad y fortalecimiento de las empresas sociales”, que propone 5 estrategias: marco normativo de fomento; vías de acceso a mercados y canales de comercialización; mecanismos de inversión basados en criterios económicos; programas de formación; iniciativas de difusión y visibilidad (https://frentealapobreza.mx/agenda-para-el-fortalecimiento-y-la-visibilidad-de-las-empresas-sociales/).
Hemos impulsado varias iniciativas derivadas de la “Agenda”. Tenemos dos nuevos “productos” para dar visibilidad a la economía social que les invito a conocer. Una plataforma que identifica más de 5,500 empresas de la economía social, con datos de ubicación y rama económica (https://empresas-economiasocialysolidaria.com.mx); y un podcast “ECOSS Hablemos de Economía Social con Mario Campos” con sus 3 primeros episodios piloto (https://open.spotify.com/show/4DcslLY09nSOujdlYsSwb3?si=b60d60a51f074239).
Hablemos más de economía social.
Consultor internacional en programas sociales. @rghermosillo