Antígona, protagonista de la obra homónima de Sófocles, es uno de los personajes de la literatura clásica que mejor encarnan la valentía y la determinación. Su historia nos muestra a una mujer que, anteponiendo sus principios a cualquier otra consideración, se enfrenta a un decreto injusto, para cumplir con lo que considera un deber moral.

Lo que hace de Antígona un símbolo de valentía es su inquebrantable sentido de la justicia y su disposición a enfrentar toda consecuencia con tal de honrar sus convicciones. Su determinación la lleva a enfrentarse a una sociedad entera que, en gran medida, permanece indiferente ante la injusticia.

La suya es una lección sobre las consecuencias de la valentía, pero también sobre la necesidad de tener valor. Es por eso que, a lo largo de los siglos, su figura ha sido retomada como emblema de la resistencia y de la capacidad humana de mantenerse firme en sus ideales, incluso cuando todo está en su contra.

De manera similar, la Presidenta Claudia Sheinbaum tomó una decisión valiente e histórica al entregar a Estados Unidos a 29 personajes de alto rango de la delincuencia organizada y el narcotráfico. Esta acción representa un golpe contundente contra el crimen organizado, pero además destaca la firmeza y el compromiso de nuestra mandataria con la construcción de la paz en el país.

No se trata de un gesto aislado ni simbólico, sino de una medida contundente, sobre todo en un contexto en el que el Poder Judicial se había convertido en un obstáculo recurrente para la justicia, concediendo amparos y suspensiones que impedían la extradición o traslado de estas personas.

Y es que cada día que pasa se hace más evidente que la reforma del Poder Judicial era por demás urgente e impostergable, y la decisión de la Presidenta también demuestra la pertinencia de las reformas que aprobamos en el Congreso de la Unión a la Ley General de Seguridad Nacional.

Con esta entrega, no sólo se refuerza la Estrategia Nacional de Seguridad, sino que también se mandan varios mensajes inequívocos. El primero es que el Estado mexicano no tolerará la impunidad ni será cómplice de quienes han sembrado el miedo y la violencia en nuestro territorio, y que tiene el control, la voluntad y la capacidad para enfrentar a quienes intenten doblegarlo.

El segundo mensaje que se envía es para quienes han permitido, dentro de las instituciones, que la impunidad avance. Es una advertencia para las y los jueces, funcionarios y actores políticos que han puesto trabas a la justicia, amparándose en tecnicismos legales para favorecer a quienes le hacen daño a México.

Además, vivimos tiempos complejos, marcados por un grado de hostilidad nunca visto por parte del Gobierno estadounidense, expresado en la amenaza constante de imposición de nuevos aranceles y la criminalización de la migración.

Sin embargo, México es un país libre, soberano e independiente, y la valentía de nuestra Jefa de Estado al tomar la decisión de entregar a estas personas nos da confianza y tranquilidad. El Gabinete de Seguridad ha actuado con inteligencia, determinación y apego a la legalidad, demostrando que la lucha contra el crimen organizado es una acción real.

Habrá que estar atentos a las posibles repercusiones y consecuencias de esta decisión. En el corto plazo, podría generar reacomodos en las estructuras criminales y una reacción por parte de los grupos que fueron golpeados.

Sin embargo, lo que está en juego es mucho más que eso: es la reconstrucción del Estado de derecho, la consolidación de un país donde la ley se cumpla y donde el poder político no esté sometido al chantaje del crimen organizado.

La historia nos enseña que los momentos de transformación exigen decisiones firmes. El gobierno de la Cuarta Transformación está demostrando que tiene la capacidad y el valor de enfrentar sin titubeos los desafíos. La entrega de estas personas es sólo una pieza en un rompecabezas más amplio, el de la construcción de un país más justo y más digno.

La mandataria está enfrentando los retos de la nación con valentía y determinación, con la certeza de que el bien común está por encima de cualquier presión política o económica. México tiene que estar unido. México tiene que respaldar a su Presidenta.

En este momento crucial no debe haber dudas ni regateos. Es fundamental que todos los sectores de la sociedad mexicana cerremos filas en torno a la Presidenta. La estabilidad y el futuro del país dependen de la unidad en la toma de decisiones para lograr la justicia, la prosperidad compartida y la paz duradera.

X y Facebook: @RicardoMonrealA

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.
Google News

TEMAS RELACIONADOS