En su obra Una habitación propia, Virginia Woolf nos recuerda que el futuro es un espacio que se construye desde la imaginación y la determinación. Además, desafía las limitaciones del presente para proyectar un mañana en el que las mujeres ejercen su creatividad y su talento sin restricciones.
Al igual que la escritora británica, la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum, ha tomado las primeras decisiones firmes y visionarias en el camino hacia el segundo piso de la Cuarta Transformación.
En días recientes, la doctora Sheinbaum nombró a la primera parte de su equipo de trabajo, lo cual refleja experiencia y competencia, así como un compromiso profundo con la transformación del país.
Primero, anunció la continuidad de Rogelio Ramírez de la O como secretario de Hacienda y Crédito Público, una decisión que fue recibida con optimismo tanto por los mercados como por analistas de economía. Su permanencia garantiza también la estabilidad y continuidad en la política económica, pues su formación académica en la Universidad de Cambridge y su vasta experiencia en el sector privado y en el ámbito internacional consolidaron su reputación como un pilar fundamental en la gestión económica de México.
De igual manera, Claudia Sheinbaum convocó a un equipo de profesionales de primer nivel, cuya trayectoria y logros refuerzan la visión de un proyecto de nación. Por ejemplo, Marcelo Ebrard, quien será el nuevo secretario de Economía, aportará su vasta experiencia como excanciller y ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Sus conocimientos y su habilidad para manejar las relaciones exteriores serán invaluables para fortalecer la economía mexicana en el contexto global.
Asimismo, Rosaura Ruiz, destacada bióloga con carrera académica, encabezará la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación. Ella es ex directora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y ex presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias. Su nombramiento subraya la importancia de la ciencia y la tecnología en el desarrollo nacional, alineándose con la visión de un México innovador y competitivo.
Asimismo, a Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM y quien fuera representante permanente de México ante la ONU, se le designó como coordinador del equipo de transición y será el secretario de Relaciones Exteriores. Con una trayectoria que incluye también la presidencia de la Academia Mexicana de Ciencias, está bien equipado para fortalecer las relaciones diplomáticas de México. Su experiencia y conocimiento serán cruciales para navegar los desafíos internacionales y seguir posicionando a nuestro país como un actor relevante en la escena global.
A su vez, Alicia Bárcena, actual canciller y una defensora incansable de temas ambientales y desarrollo sostenible, asumirá el cargo de secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Su trabajo previo con organismos internacionales en asuntos ambientales la hace una elección ideal para liderar las políticas de protección del medio ambiente y enfrentar los desafíos del cambio climático.
El nuevo secretario de Agricultura y Desarrollo Rural será Julio Berdegué, experto en desarrollo rural y seguridad alimentaria. Su trabajo en organismos internacionales y su promoción de políticas agrícolas sostenibles serán cruciales para impulsar el crecimiento del sector agrícola y mejorar las condiciones de vida en las zonas rurales.
Finalmente, Ernestina Godoy, ex fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, ocupará el cargo de consejera jurídica. Conocida por su compromiso con la justicia y su apoyo a las mujeres, aportará su vasta experiencia legal para fortalecer el marco jurídico del país y asegurar que las decisiones del Gobierno se alineen con los principios de equidad y legalidad.
Cabe destacar que el anuncio de estos primeros nombramientos tuvo un impacto positivo en los mercados. La Bolsa Mexicana de Valores mostró una tendencia al alza, y el peso se ha fortalecido frente al dólar, reflejando la confianza de inversionistas en el nuevo gabinete y en la continuidad de las políticas económicas. Este optimismo no es infundado: los nombramientos evidencian una cuidadosa consideración de la experiencia y las competencias necesarias para llevar adelante el proyecto de la 4T.
Por su parte, el bloque opositor reaccionó con cautela. Mientras algunos critican la continuidad en ciertos cargos, la mayoría reconoce la solidez del equipo nombrado por Sheinbaum. La ciudadanía también ha mostrado su apoyo, destacando la importancia de la experiencia y el compromiso de las y los nuevos funcionarios.
Pero más allá de las reacciones, una vez más queda comprobado que los cerca de 36 millones de mexicanas y mexicanos que votaron por Claudia Sheinbaum no estaban equivocados. Su decisión refleja un anhelo por un México más justo, innovador y próspero.
Con este equipo, la virtual presidenta electa no solo asegura la continuidad de la transformación iniciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino que también fortalece la visión de un proyecto de nación que busca consolidar los logros alcanzados y enfrentar con decisión los desafíos del futuro.
De la misma forma en que Virginia Woolf imaginó un mundo de oportunidades, hoy Claudia Sheinbaum vislumbra un México capaz de materializar esos sueños en realidades palpables que beneficien a todas y todos.
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