Ya son 160 países que han reconocido al Estado Palestino, entre ellos México.
Sin embargo, toda esta oleada a favor del Estado Palestino tiene más el sabor del castigo contra Israel por sus ataques en la Franja de Gaza, que una visión comprometida con esta nación islámica, -y por tanto-, es una decisión emocional.
Por todo el mundo circula una visión maniquea de bueno y malo, -de víctima y agresor-, que no refleja la visión justa del problema. No se puede entender la dimensión del conflicto si no separamos a cada uno de los dos pueblos de su respectivo gobierno.
Es evidente que Benjamín Netanyahu, -primer ministro de Israel-, debe ser acusado de genocidio pues ha agredido a la población civil de la Franja de Gaza sin el mínimo sentido humanista, comprometiendo a su país, Israel, frente a la comunidad internacional. Pero a su vez las autoridades palestinas han hecho lo mismo con el pueblo israelita, en una guerra de baja intensidad, encubriendo a grupos terroristas, de los cuales hoy el más peligroso es Hamás, que aún al día de hoy tiene rehenes israelitas capturados en octubre de 2023, durante una ofensiva realizada en contra de la población civil en territorio de Israel, donde murieron 1,200 personas, entre adultos, niños y ancianos. Además, capturó a 251, de los cuales 48 siguen cautivos.
Parece ser que eso ya ha sido olvidado por el mundo occidental que hoy ha victimizado a unos y convertido en monstruos a los otros.
Tanto el pueblo palestino como el israelita son las víctimas de este conflicto y sus respectivos gobiernos los monstruos genocidas.
Para justificar el reconocimiento al Estado de Palestina se percibe un linchamiento mediático global en contra del pueblo judío y no podríamos negar la posibilidad de que surja un nuevo fenómeno antisemita, -como ha sucedido a lo largo de toda la historia de la humanidad-, en que este pueblo ha sido expulsado y perseguido en muchos países.
Sin embargo, olvidamos que el pueblo judío, -a través de su peregrinar de siglos asentándose a lo largo de todo el continente europeo y después también en el americano-, ha dado grandes personajes con mentes privilegiadas y talentosas, que hicieron importantes aportaciones al mundo occidental, en los ámbitos científico, cultural, artístico, financiero e incluso actualmente en la industria del entretenimiento.
Si bien el ejército israelita es culpable de ataques contra la población civil, -y peor aún-, impedir el reparto de la ayuda humanitaria enviada por la comunidad internacional, vemos que mientras tanto la Autoridad Palestina, -quien gobierna-, ha solapado, -y quizá dirigido-, la actividad de grupos terroristas como Hamás.
Lo que en los últimos tiempos hemos visto es una gran estrategia comunicológica para victimizar a Palestina culpando a Israel, lo cual nos debe alertar de quienes están detrás, orquestando con gran éxito esta campaña global que ha sensibilizado emocionalmente a la población mundial.
Podemos decir que en este conflicto no hay bueno y malo, pues detrás de ambos gobiernos hay perversidad. Están sacrificando como carne de cañón a la población civil de toda esa región para conseguir victorias políticas y militares.
Seguramente el pueblo palestino tiene derecho a su autonomía y al reconocimiento a su identidad como estado. Sin embargo, no se debe dar el reconocimiento al Estado de Palestina de modo incondicional, -sin ponerle condiciones-, como lo sería acabar con el terrorismo a través de los recursos militares que posee y además, aceptando ayuda internacional para lograrlo.
¿Qué significa para México reconocer oficialmente al Estado de Palestina?
Más allá de la demagogia de las buenas intenciones, -que seguimos utilizando-, México debiese condicionar su apoyo a esta nación musulmana bajo el compromiso de que se garantice que se impedirá la entrada de terroristas palestinos a nuestro país. No podemos ignorar el riesgo de que los terroristas palestinos negocien con los cárteles mexicanos una alianza para poder ingresar a Estados Unidos, a cambio de apoyo logístico y militar.
Insostenible
Es insostenible la pretensión del oficialismo de eximir a Adán Augusto López de responsabilidades, tanto en el caso de Bermúdez Requena, como del huachicol fiscal.
Quienes no se cansaron de festejar el juicio de García Luna en Estados Unidos y siempre han involucrado a su jefe, -el presidente Calderón-, por haberlo protegido, hoy minimizan la responsabilidad del senador Adán Augusto López argumentando que la gravedad del caso no es equivalente al de García Luna.
Al respecto podemos decir que es peor, pues mientras García Luna era un comisionista que cobraba por “dejar pasar”, -o sea delito de omisión-, Bermúdez Requena es acusado de encabezar un cártel, lo cual le convierte en operador y protagonista del delito.
A su vez, el argumento de Adán Augusto, de desconocimiento de las actividades de su subordinado es inverosímil, pues si gobernando una de las 32 entidades federativas no logró enterarse de sus actividades criminales, cómo es que pudo hacerse cargo de la seguridad interior de este país, a lo largo de un vasto territorio que abarca desde Mérida hasta Tijuana, donde operan un gran número de cárteles.
¿En manos de quién estuvo la Secretaría de Gobernación?
Reforma a la Ley de Amparo
El amparo ha sido un recurso jurídico de gran importancia para la impartición de justicia en México. Es el que protege a los ciudadanos de abusos de autoridad.
Sin embargo, hoy está en riesgo ante la iniciativa presidencial de reforma a la Ley de Amparo, que limita la protección ciudadana frente a abusos de autoridad.
Javier Laynez, quien fuera ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación hasta el mes pasado define que: “Una reforma al juicio de amparo que pone en el centro a las autoridades y no a las personas, debe ser motivo de serias preocupaciones”.
Seguramente estos son los riesgos del centralismo que pretende la 4T.
Fanatismo religioso
El descubrimiento de un campo de entrenamiento, de un grupo paramilitar al servicio de la iglesia denominada “La luz del mundo”, nos describe hasta dónde puede llegar un grupo religioso decidido a mantener el control sobre sus feligreses y protegerse de sus enemigos.
A esto añadamos que aumentan las declaraciones de las víctimas dentro del juicio que se sigue en Estados Unidos a su máximo líder espiritual, el denominado apóstol Naasón Joaquín García, por abuso sexual.
Y por último, también ha trascendido que varios miembros de esta agrupación religiosa están ocupando cargos importantes en la nueva estructura del Poder Judicial, ejerciendo funciones de gran influencia.
Esto nos muestra su capacidad de operación.
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