La marcha de la Generación Z tuvo alto poder de convocatoria, no solo entre quienes forman parte de esta generación de jóvenes menores de 28 años. También sumó a muchos ciudadanos descontentos por esta crisis de inseguridad y violencia que ya tomaron por símbolo al alcalde asesinado, -Carlos Manzo-, y a su “Movimiento del Sombrero”.
Sin embargo, la forma en que se reprimió la manifestación deja un amargo sabor de boca, porque parece un Deja Vu que nos recuerda a “Los Halcones” infiltrados por el mismo gobierno durante la movilización del Jueves de Corpus, del 10 de junio de 1971. Jóvenes que crearon violencia para desacreditar las marchas en contra del gobierno en turno.
Conviene recordar la segunda regla de la manipulación creada por el prestigiado lingüista norteamericano Noam Chomsky: “Crear problemas y luego ofrecer la solución”.
Insertar gente violenta en las marchas convocadas por la oposición y dejarlos operar durante un largo rato, generando daños para dejar testimonio, irritando a la sociedad, para después frenarlos a través de acciones policiacas, representa la estrategia de generar problemas para después ofrecer la solución. Pareciera ser que es lo que hoy se está haciendo.
El ya famoso “bloque negro”, -que genera violencia-, ha sido tolerado por el gobierno en otras marchas, pero recibiendo repudio ciudadano por ejercer violencia innecesaria.
Incluso ya ha sido filtrada la información, de que, desde los tiempos de Peña Nieto, empezaron a operar grupos de provocadores “anarquistas” que fueron tolerados desde entonces, situación que continúa hasta el momento actual.
Sin embargo, esos grupos “anarquistas” difícilmente pueden ser controlados por la policía, porque son fanáticos, operan en espacios abiertos, son muy experimentados y están dispuestos a todo.
En cambio, los que ahora participaron en la marcha del “15N” actuaron convenientemente encerrados entre las vallas del Zócalo y luego fueron controlados sin problema, como si fuesen “de casa”.
Esto ahora provoca sospechas, pues quienes sí fueron detenidos por la policía parecen ser, -por sus perfiles de vida-, muy diferentes a los que generaron la violencia. Estos son ciudadanos pacíficos que simplemente participaron en la marcha.
El excelente texto que circula en redes sociales escrito por Alberto Capella, -quien inicialmente fue activista ciudadano y después fue funcionario gubernamental del ámbito de seguridad pública— describe el modo en que las autoridades diseñaron la entrada de esta marcha a la plancha del zócalo, habiendo él formado parte de este contingente opositor, lo que convierte a su testimonio… en vivencial.
Describe uno a uno los obstáculos que debían sortear los participantes para ingresar a la plancha del zócalo. El objetivo de las autoridades capitalinas era evitar que una manifestación tan concurrida, -que estaba formada por un robusto contingente que iniciaba en Paseo de la Reforma y llegaba hasta el Eje Central-, llegase a su destino para acomodarse en el Zócalo. Este contingente estaba conformado por familias completas, personas mayores, jóvenes y adultos de todas las edades y perfiles.
Sin embargo, la violencia generada por los vándalos dentro del zócalo provocó confusión y miedo y muchos manifestantes, al llegar, se retiraban.
Todos estos obstáculos terminaron opacando los objetivos de esta movilización, que se centraban inicialmente en un reclamo dirigido como un flechazo certero contra la irresponsable política de “abrazos… no balazos”, que ha contaminado moralmente a la sociedad mexicana y ha dejado crecer a la delincuencia.
Surge la duda ¿Los del “bloque negro” se metieron en la ratonera antes que los manifestantes… para provocar violencia? Eso sólo lo hace quien se siente protegido.
Por tanto, esta represión no fue en contra del “bloque negro”, sino de manifestantes que fueron detenidos violentamente y hoy están enfrentando un proceso judicial por “intento de homicidio” y otros por “intento de robo”. Incluso varios de los detenidos simplemente pasaban por el lugar, como Gabriel Pérez, funcionario público, quien trabaja en el área de finanzas del Gobierno de la Ciudad de México y fue golpeado salvajemente por los policías, detenido, encarcelado y acusado de tentativa de homicidio por el juez.
Otro caso es el de Daniela Toussaint, estudiante, quien simplemente participó de la marcha y grababa con su teléfono. También fue golpeada, encarcelada y juzgada por el juez, -originalmente por tentativa de homicidio-, y después se le cambió el delito por impedir la detención de un vándalo. Los otros detenidos sufrieron agresiones similares y siguen en proceso.
Y surge la pregunta… ¿Dónde está la CNDH?... que no se ha manifestado al respecto en un caso tan violatorio de derechos humanos. ¿En qué estarán tan entretenidos?
La represión de este 15N tuvo un objetivo: meter miedo a la población para que ya no participe en marchas en contra del gobierno.
A su vez, como respuesta a la movilización de la Generación “Z”, un grupo de jóvenes de Morena está convocando a una marcha para el 6 de diciembre en apoyo a la presidenta. ¿Será que ella lo necesita?
Ya la presidenta informó también que su gobierno realizará una gran concentración en el Zócalo para conmemorar los 7 años de la llegada de la 4T al poder.
Todo esto significa que nuestro Zócalo ya tiene dueño. La 4T se ha apropiado de él para organizar sus eventos, despojándonos a todos los mexicanos de este simbólico lugar.
En esos eventos seguramente todo será felicidad y ni remotamente habrá presencia del denominado “bloque negro”.
Sin embargo, del objetivo de la marcha, -la violencia y la inseguridad-, el gobierno de la 4T ha preferido desviar la atención. La presidenta lleva varios días hablando de la derecha y de los opositores a la 4T, -e incluso-, fustigando a quienes critican la falta de resultados. ¿Y los graves problemas del país… ya desaparecieron?
La marcha del 15N, -denominada también como “La generación Z”-, inaugura una nueva etapa en la forma de gobernar de la 4T. Con el poder que le da a este movimiento tener controlado al Poder Judicial —lo cual pone en situación de indefensión al ciudadano-, pues empiezan a aplicar la ley a su conveniencia.
Tolerancia absoluta y protección para con los de casa, -como lo demuestra la inacción frente a Adán Augusto y contra todo lo que representa su caso-, y en contraposición, represión contra la disidencia.
No se necesitan prohibir las marchas ciudadanas para ejercer represión, sólo meter miedo a los organizadores exhibiéndoles públicamente y mostrando los riesgos para los participantes.
Estos son los tiempos rudos que se ven venir.
El mensaje presidencial
El mensaje que dio la presidenta Sheinbaum con motivo de la conmemoración de un aniversario más del inicio de la Revolución Mexicana se centró casi totalmente en denunciar a los críticos y opositores de la 4T.
Denunció a quienes quieren una intervención extranjera y a quienes apuestan por la violencia.
Sin embargo, nadie en este país, -ni la oposición siquiera-, aceptaría una intervención extranjera. Este es un argumento que hoy no tiene sentido, pues pertenece a un contexto del siglo XIX. Valdría la pena saber quiénes han manifestado ese interés.
Hoy hay un consenso unánime en todo el país de defender nuestra soberanía de modo absoluto.
Respecto a la violencia, el enemigo es la delincuencia.
Quisiéramos escuchar, -no un mensaje que nos divida y confronte-, sino una convocatoria honesta para unirnos todos los mexicanos para resolver junto con ella el problema de la inseguridad y la violencia.
Mensaje a Salinas
Meter miedo a los anunciantes que compran tiempos publicitarios en las televisoras de Ricardo Salinas Pliego podría ser una muy peligrosa estrategia.
¿A usted qué le parece?
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Fotografía del perfil de R. Homs: es de David Ross

