Por Dr. Rafael de Jesús Hernández Zenteno
En México, más de 14.8 millones de hogares[1] aún dependen de la leña como fuente de energía, especialmente en zonas rurales y marginadas. Para Carmen, habitante de una pequeña comunidad en Chiapas, la práctica común de cocinar y calentar con leña hizo que al paso de los años presentara falta de aire al realizar tareas cotidianas, pero nunca pensó que esto pudiera ser algo grave.
Hoy con un diagnóstico de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) refleja una problemática mucho más grande que afecta de manera desproporcionada a mujeres y niños, quienes pasan largas horas expuestos al humo y las partículas tóxicas que emite la combustión de leña. Y aunque la mayoría de las personas creyeran que esta enfermedad se encuentra estrechamente relacionada con el consumo de tabaco, existen otros factores de riesgo como el antes mencionado.
La EPOC es una afección respiratoria prevenible y tratable, caracterizada por la reducción progresiva de la capacidad pulmonar, lo que provoca que el aire quede atrapado en los pulmones y dificulte su adecuada expulsión, y por lo tanto el recambio de aire nuevo oxigenado.
Se estima que la EPOC afecta a una de cada 10 personas mayores de 40 años[2]. Además, cada año en México, entre 10 y 15 mil personas pierden la vida[3] debido a esta condición, que en 2022 fue considerada la décima causa de muerte a nivel nacional [4].
La importancia de abordar las brechas en la atención en salud radica en que solo el 15% de los casos son diagnosticados, lo que implica que cerca del 90%[5] de las personas afectadas desconocen que viven con la enfermedad. Si consideramos esta realidad en el contexto de las zonas rurales, donde el acceso a servicios de salud sigue siendo un desafío significativo, las cifras resultan aún más alarmantes y la salud en estas comunidades continúa agravando.
Combatir la EPOC y otras enfermedades asociadas al uso de leña debe ser una prioridad en la agenda de salud pública; ya desde hace más de una década se ha mejorado la detección temprana en la medicina de primer contacto. Y también de hecho, con la llegada de la nueva administración, se ha establecido dentro de los objetivos garantizar el acceso a energías limpias, que entre sus beneficios busca disminuir las enfermedades relacionadas con la contaminación.
En el marco del inicio de la temporada invernal, es crucial visibilizar las necesidades de las personas que viven en condiciones vulnerables. Los pacientes, a menudo no diagnosticados, requieren atención urgente. Esta afección silenciosa, si no se detecta a tiempo, puede limitar gravemente la calidad de vida de quienes la padecen.
Hacemos un llamado a la conciencia colectiva: prevenir, diagnosticar y tratar a tiempo puede transformar la vida de miles de personas. Es nuestra responsabilidad, como sociedad, asegurar que nadie quede atrás en el acceso a la atención médica y tomar medidas que reduzcan muertes evitables, mejoren la vida de los pacientes y reduzcan la carga sobre nuestros servicios de salud.
[1] Fundación GLP (2024). Sustitución de Leña. Disponible en: https://fundacionglp.org/case/sustitucion-de-lena/#:~:text=M%C3%A9xico%20cuenta%20con%20m%C3%A1s%20de,hasta%20%241%20bill%C3%B3n%20de%20d%C3%B3lares.
[2]Ibidem
[3]Ibidem
[4]INEGI (2023). Estadísticas de Defunciones Registradas. Disponible en: https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2023/EDR/EDR2022-Dft.pdf
[5] Salud Justa (2023). Policy Brief: Importancia De La Atención Temprana De La EPOC. Disponible en: https://saludjusta.mx/wp-content/uploads/PolicyBrief_EPOC.pdf