El análisis de los perfiles de quienes conforman los equipos de campaña anunciados en días recientes por las precandidatas presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum nos da una idea inicial de lo que será su estrategia hacia las urnas y sus proyectos de gobierno.
En ambos lados hay militancias de los partidos que las postulan, pero en el de Xóchitl predominan cartuchos políticos quemados, de los que también hay en el de Claudia, aunque parece que esta última cuidó más abrirle la puerta al sector académico y a la sociedad civil.
Habrase visto: Sheinbaum, en la conformación de su equipo, jaló más sociedad civil que Gálvez, quien enarbola la bandera de que es precisamente la sociedad civil el pegamento de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, tercer nombre de la alianza registrada por el PAN, el PRI y el PRD.
Coordina la campaña de la oposición aliancista Santiago Creel, quien perdió en 2000 frente a AMLO el gobierno de la CDMX y, seis años después, la candidatura presidencial del PAN frente a Felipe Calderón, no obstante que era el secretario de Gobernación y contaba con el respaldo del expresidente Fox.
Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial panista que perdió frente a Enrique Peña Nieto las elecciones de 2012, tendrá a su cargo la coordinación de líderes, lo que sea que eso signifique, mientras que Margarita Zavala, quien fuera candidata presidencial independiente después de romper junto con su esposo Felipe Calderón con Acción Nacional, el partido de toda su vida, por considerar inequidad en los comicios de 2018, se ocupará de la vinculación con la sociedad civil.
El comunicador de la campaña será el exvocero de Calderón en la primera etapa de su gobierno, Maximiliano Cortázar, mientras que los priistas Enrique de la Madrid e Ildefonso Guajardo se dedicarán a la elaboración del plan de gobierno y a la coordinación de política exterior, respectivamente.
Hay, sin duda, reconocidos especialistas en sus áreas de desempeño. Es el caso de Carlos Urzúa, primer secretario de Hacienda de López Obrador, Consuelo Sáizar, quien fuera la encargada de cultura en el gobierno de Fox y José Luis Luege en el tema del agua; pero también personajes desprestigiados como el priista Rubén Moreira, exgobernador de Coahuila, quien se ocupará del tema de la inseguridad y el perredista Jesús Ortega quien, junto con Jesús Zambrano al frente de “Los Chuchos”, ha llevado al PRD casi a la extinción, y que hará la prospectiva de la precampaña.
Y la novedad mediante la que Xóchitl Gálvez da fe pública del orgullo de su nepotismo: su hija Diana Vega Gálvez en el vínculo con los “Xochitlovers” y Juan Pablo Sánchez Gálvez en la coordinación de los que han llamado red nacional para la difusión, como si ya se le hubiera olvidado que el “punch” de su arranque en la disputa por la presidencia fue el de los millonarios negocios hechos por sus empresas familiares al amparo de la gestión pública.
Claudia Sheinbaum, por su parte, conformó un equipo para lo que denominó “Diálogos por la Transformación”, ejercicio con el que pretende alimentar su plan de gobierno con aportaciones de la academia y de la sociedad civil. Los coordinará el exsecretario de Salud, exrector de la UNAM y exembajador ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente.
En el grupo hay perfiles provenientes del Colegio de México, como Gerardo Esquivel, ex subgobernador del Banco de México y quien encabezará el tema económico, mientras que la relación con el sector empresarial estará a cargo de la abogada Altagracia Gómez Sierra, quien preside el Grupo Empresarial PEO, el cual es propietario de distintas empresas estratégicas nacionales.
En el tema de justicia y reforma al poder Judicial estarán encabezando los diálogos los ministros en retiro, Olga Sánchez Cordero y Arturo Zaldívar, mientras que del asunto de la inseguridad se encargará el exsecretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX, Omar García Harfuch.
Claudia Sheinbaum no tuvo empacho en sumar a su equipo a dos de sus contrincantes en la búsqueda de la precandidatura de Morena y aliados. Así, designó al exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López como coordinador político y Ricardo Monreal como coordinador de organización y enlace territorial, a quienes se suman militantes morenistas como su líder nacional Mario Delgado y la senadora oaxaqueña Susana Harp.
En temas cruciales como el de salud estará al frente David Kershenobich Stalnikowitz, reconocido médico e investigador, ex presidente de la Academia Nacional de Medicina y Premio Nacional de Ciencias 2016; en el de la transición a las energías limpias el físico, maestro en ingeniería energética y doctor en economía aplicada, Jorge Marcial Islas Samperio, experto en sustentabilidad de los sistemas energéticos y energía y mitigación del cambio climático; en el del campo, el coordinador será Julio Berdegué Sacristán, quien es ingeniero agrónomo, doctor en Ciencias Sociales, hasta 2022 subdirector general y representante regional de la FAO; y en el de Ciencia y Tecnología será la investigadora y académica de la UNAM, ex directora de la Facultad de Ciencias, Rosaura Ruiz.
Abierta a quienes provenientes de otros partidos políticos han decidido sumarse a su proyecto, la precandidata presidencial de Morena y aliados designó al exgobernador panista de Chihuahua, Javier Corral, para encabezar el tema del combate a la corrupción. Y en esa línea de pluralidad se incorporó al grupo el exgobernador priista de Oaxaca, Alejandro Murat.
Otras y otros incorporados a los “Diálogos por la Transformación” son la directora del Colegio de México, la socióloga Silvia Elena Giorguli, el historiador Lorenzo Meyer, el ex director de la Agencia Digital de Innovación Pública de la CDMX, el analista y politólogo José Merino, la poetisa zapoteca, ensayista, traductora, docente, promotora y activista por los derechos de los pueblos originarios, Irma Pineda Santiago y la lingüista y académica Violeta Vázquez-Rojas Maldonado, también del Colmex.
Quien esto escribe jamás ha visto a Claudia Sheinbaum como una radical de izquierda, ni siquiera en sus tiempos de lideresa estudiantil en la UNAM. Su perfil ideológico parece más cercano a la socialdemocracia. Pero le han creado la percepción de radicalismo ante lo cual, optó por la estrategia de mostrarse moderada y plural, como se deja ver en estas designaciones. Esa estrategia le resultó a AMLO en 2018, aunque se reinventó ya en el poder. Tan solo un ejemplo: la militarización que tanto denostó como candidato, ha sido uno de sus principales sustentos como presidente.
Lo que sí parece urgente es que Sheinbaum empiece a marcar distancia de AMLO y dejar ver su propia personalidad política. Mantenerse en esa camisa de fuerza facilitaría a Xóchitl que le arrebate la emoción y la preferencia, siempre y cuando la precandidata aliancista se sacuda los anquilosados liderazgos que representan Marko Cortés en el PAN, Alejandro Morena en el PRI y Jesús Zambrano en el PRD, y regrese al empuje de la sociedad civil.
Instantáneas:
1. OTRA DE ESPÍAS. Colegas periodistas, maestros, activistas sociales y políticos de Oaxaca acusan al gobernador Salomón Jara Cruz de ordenar que los espiaran para amedrentarlos. Identifican a un ciudadano estadounidense de origen árabe de nombre Fahad Hizam Alharabi como jefe de la Unidad de Inteligencia al servicio de Comunicación Social bajo las órdenes de René Gonzalo Palacios, un consultor argentino contratado por Jara como asesor en la materia. Palacios es muy poderoso en Oaxaca pues opera prácticamente como un secretario sin cartera que a través de Hizam Alharabi arma mediante el espionaje expedientes contra los enemigos políticos del gobernador, “El árabe”, como le llaman, se ostenta como investigador privado y representa a la empresa “GrayCat PI” que se promociona como “la principal agencia de detectives en México”. René Gonzalo Palacios, a su vez, es dueño de la consultoría “Ala Oeste Comunicación Política”, con sede en Argentina. Este asunto iguala a gobiernos morenistas como el de Salvador Jara con el federal del priista Enrique Peña Nieto al que han acusado de espiar mediante el ahora famoso software de inteligencia “Pegasus” a periodistas y a empresarios como Carlos Slim, Germán Larrea y directivos de Televisa, según las declaraciones obtenida del testigo protegido “Zeus” en el arranque del juicio oral contra Juan Carlos “N”, acusado de ser el operador del “Pegasus”.
2. PICO LARGO, COLA CORTA. Cuando fue rector de la UNAM, algunos se referían a José Narro Robles como “El Obispo de Copilco”, por su tendencia a pontificar sobre cualquier tema desde su posición universitaria. El martes pasado, por cierto, al cumplir 75 años, salió como en sus buenos tiempos a opinar sobre “la farmacia más grande del mundo de AMLO” y denostó al presidente. Probablemente tenga razón, aunque algunos le recuerdan que cuando fue secretario de Salud durante el gobierno de Peña Nieto impulsó, sin éxito, una fallida cruzada en contra de la obesidad; claudicó en la producción de vacunas vía Birmex y dejó inconclusos hospitales públicos. Así las cosas ¿tiene autoridad para opinar sobre el tema?
3. ACAPULCO. Una semana después de que Otis golpeara con toda su furia a Acapulco, AMLO prometió que no habría “amarga Navidad” en el puerto. Faltan 16 días para la Noche Buena y la promesa se ve difícil de cumplir. Pero a pesar del tamaño de la devastación del huracán, nuestro emblemático puerto turístico del Pacífico comienza. El gobierno federal ha intensificado su apoyo a la población en un intenso trabajo al que se ha sumado con firmeza la gobernadora Evelyn Salgado. Buenos resultados ha dado su gestión con el sector privado de Acapulco para su reconstrucción. Se ha reunido con el Consejo Coordinador Empresarial que preside Francisco Cervantes y también con Carlos Slim, con quién acordó diversos proyectos para revitalizar la zona tradicional del puerto (Caleta y Caletilla), así como la costera Miguel Alemán, con capital privado, proyecto en el que se contempla abrir nuevos hoteles, un acuario, el mejoramiento de La Quebrada y además el embellecimiento de las áreas turísticas. Para fin de año, se confirma la Gala de Pirotecnia, evento tradicional para el que ya hay 59 hoteles en operación que tienen mil 900 habitaciones disponibles. En un mes, se ha conseguido confirmar, brindando las condiciones necesarias, la realización de eventos de suma importancia como el Tianguis Turístico y la Convención Nacional Bancaria. Estos son los cimientos con los que se está construyendo el resurgimiento de Acapulco, tras un desastre natural que generó pérdidas por más de 15 mil millones de dólares e incomunicó Acapulco casi tres días.
4. ONG DE COMUNICACIÓN. El lunes pasado se anunció el surgimiento del primer organismo no gubernamental (ONG) en materia de comunicación. El paso lo dio la Asociación Nacional de Publicidad (antes Asociación Nacional de Publicistas) en el marco del centenario de su creación y como “una respuesta a la demanda social de información ética, moral y con valores”, según dijo el comunicador y periodista Gary Bermúdez quien presidirá a esta nueva ONG. En hora buena y éxito.
5. NEGLIGENCIA. Aunque es mucho lo que hemos avanzado en materia de protección civil tras los diversos desastres naturales que nos han sacudido, aun se aprecian conductas negligentes entre quienes tienen que aplicar los protocolos de seguridad. Es el caso de la tienda de ropa Shasa, de Armando Ernesto Dollero Figueroa y Carlos Dollero Figueroa. En su tienda de la plaza comercial Mítikah, sus quince empleados salieron despavoridos y cerraron el establecimiento, sin percatarse de que aún había clientes durante el temblor de 5.8 grados con epicentro en Puebla que se sintió ayer en la ciudad de México. Sin posibilidad alguna de salir y replegarse en las zonas de seguridad, esa clientela estuvo encerrada durante más de veinte minutos, con su integridad en riesgo por la negligencia de esos empleados de Shasa.
@RaulRodriguezC