En dos pesadas cargas para la presidenta Claudia Sheinbaum y su partido Morena se han convertido los gobernadores Rubén Rocha Moya, de Sinaloa, y Salomón Jara Cruz, de Oaxaca.
Los dos lidian estos días con el hartazgo de sus gobernados manifestado en marchas de protesta que exigen la renuncia al sinaloense y al oaxaqueño someterse a revocación de mandato.
Las causas del descontento son distintas, pero su consecuencia es la misma: la aparición y crecimiento de focos de ingobernabilidad en mandatos de Morena.
En Sinaloa, la causa es la crisis de inseguridad más profunda que hayan sufrido ese estado y el país entero, atizada por la guerra que se declararon dos facciones del cártel del Pacífico tras la traición y secuestro cometidos por una de ellas para entregar en Estados Unidos al capo de capos de la otra, Ismael “El Mayo” Zambada.
Desde ese día, 25 de julio de 2024, el gobernador Rocha Moya debió haber renunciado por la cantidad de evidencia que apuntó hacia su complicidad con el narcotráfico y mermó su autoridad política y moral. Sin embargo, ha contado con todo el apoyo de AMLO y Sheinbaum.
Zambada declaró -ya encarcelado en EUA- que el engaño para secuestrarlo fue que Rocha Moya lo convocaba a una reunión en la que también estaría Héctor Melesio Cuén, exrector de la Universidad de Sinaloa, antes aliado del gobernador y después su archienemigo político.
Cuén, quien al inicio del mandato de Rocha Moya en noviembre de 2021 fuera su secretario de Salud -cargo del que sería cesado después por diferencias políticas- fue asesinado ese mismo 25 de julio. La fiscalía del estado, mediante un difuso video, informó que el crimen ocurrió en una gasolinería, versión que desmintieron Zambada y la evidencia al mostrar que Cuén fue ejecutado en el lugar donde los tres se reunirían.
De entonces a la fecha la violencia criminal en Sinaloa se desató desmesuradamente, aunque el gobernador asegura que todo está bajo control.
Pero el plato de los sinaloenses se colmó el domingo pasado cuando un padre y sus dos menores hijos fueron baleados en calles de Culiacán.
Los “culiches” se sacudieron el miedo y el jueves pasado salieron a protestar a las calles e irrumpieron violentamente en el Palacio de Gobierno con consignas como “¡fuera Rocha!”, “¡narco gobierno!” y “¡queremos paz!”. El viernes volvieron a marchar con la dramática consigna “¡con los niños no”!
En Oaxaca, mientras tanto, las tensiones sociales se dejaron ver este fin de semana en presencia de la presidenta Sheinbaum.
La activista y saxofonistas María Elena Ríos, quien fuera atacada con ácido en 2019 en lo que denunció como tentativa de feminicidio, irrumpió en un evento de la Presidenta y ante el gobernador Salomón Jara Cruz -quien ha contado con el apoyo de la mandataria y el de López Obrador- lo acusó de permitir que esté en libertad, no obstante que se le sigue proceso penal, el hombre a quien señala como autor intelectual de la agresión, el empresario gasolinero Juan Antonio Vera Carrizal.
Este asunto se sumó a las protestas contra un mandatario de quien se dice que hizo su carrera política extorsionando a las autoridades en turno con amenazas de paros y manifestaciones campesinas que en la entidad se le conoce como “pago por evento”.
Crecientes manifestaciones por el ya insufrible desabasto de medicamentos en el Hospital Civil, por el cese de miles de burócratas atribuido a la austeridad y por los desencuentros del gobierno con la coordinadora de maestros (CNTE), han creado el caldo de cultivo que, de seguir sin atenderse, podría desembocar en otra insurrección social como la que sacudió a Oaxaca en 2006 y 2007.
¿Qué espera Presidenta para quitarse esos fardos? ¿Es más redituable seguirlos cargando para evitar fracturas partidistas o es de plano complicidad?
Instantáneas:
1. TABASCO: VIOLENCIA Y RUPTURAS POLÍTICAS. Tabasco está convertido en una de las entidades más violentas del país. Tal descomposición es atribuida al cártel delincuencial conocido como “La Barredora”. Pero sus embates se han potenciado desde que información de inteligencia del Ejército atribuyó el liderazgo del cártel a Hernán Bermúdez Requena, quien fuera secretario de Seguridad del exgobernador, exsecretario y ahora senador Adán Augusto. Aunque no es señalado por la información de marras, Adán Augusto y su grupo político se sienten aludidos, sobre todo después de que el actual gobernador, el también morenista Javier May, aseguró que fueron sus antecesores en el cargo los que encumbraron a “La Barredora”. Ayer miles de tabasqueños fueron convocados por Morena y el gobernador May y marcharon en demanda de paz y seguridad.
2. LA GRILLA EN NUEVO LEÓN llegó a la “Mañanera”. El gobernador Samuel García ya hasta manda sembrar preguntas en el Salón Tesorería del Palacio Nacional para buscar apoyo político de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien el viernes pasado no cayó en la trampa y evadió esa penosa táctica de comunicación. “No hay que politizar asuntos de seguridad y justicia”, dijo la jefa del Ejecutivo, al tiempo que pidió coordinación a los niveles del gobierno regio.
3. GARANTIZAN SEGURIDAD. El puerto ha sido escenario durante los últimos días de una serie de ataques delincuenciales que han puesto en jaque a gigantes empresariales como Coca-Cola FEMSA, Grupo Modelo y Pepsi. Tres de sus repartidores fueron víctimas de la violencia. Dos murieron y uno quedó gravemente herido. Por ese motivo suspendieron operaciones de reparto, dejando un grave vacío en el reparto de refrescos, cervezas y alimentos. En contacto con sus directivos, el gobierno federal y el de Guerrero les han prometido no bajar la guardia. Para la gobernadora Evelyn Salgado se trata de claras reacciones a los golpes que se le han dado a la delincuencia, con detenciones como la del llamado "Panadero" de Acapulco, el líder de la banda de secuestradores que operaba en la zona de Costa Azul y la del homicida del magistrado Edmundo Román Pinzón. La mesa de coordinación para la Construcción de la Paz ha recibido la instrucción de intensificar acciones para que de inmediato las actividades de la empresas anulen el paro.
@RaulRodriguezC
