Continuamos la reconstrucción del proceso de Reforma política de don Jesús Reyes Heroles. En esta ocasión recogemos el testimonio de Otto Granados Roldán, quien fuera vocero de la Presidencia de la República, gobernador de Aguascalientes, 2 veces embajador de México ante Chile y secretario de educación pública. Aquí nos cuenta su experiencia desde el Centro de Documentación Política A.C., creado por Reyes Heroles para acompañar la reforma política.

1.-Usted ha contado en varias ocasiones cómo llegó a secretario particular de don Jesús Reyes Heroles en la SEP, pero no sé cómo entró a SEGOB. ¿Puede referir ese proceso por favor?

Yo era muy joven, tenía como 22 años. Estaba estudiando todavía en la Facultad de Derecho de la UNAM. Cuando Reyes Heroles llega a SEGOB, crea una cosa que se llamó Centro de Documentación Política AC., ubicado en la calle de Orizaba 193. Era un pequeño centro muy interesante, curioso, con tres departamentos: análisis (dirigido por el doctor Marco Antonio Michel, si mal no recuerdo), recopilación de información, síntesis y traducciones, y una tercera área de publicaciones. Todo este aparato lo dirigía José Luis Martínez Hernández, quien recientemente fungió como embajador de México en Turquía, ya en retiro, hijo del escritor José Luis Martínez. Me buscaron para que yo me encargara del departamento de publicaciones porque para entonces ya publicaba reseñas bibliográficas en Proceso, hacía guiones para TV y cosas así. José Luis me buscó por recomendación de Jorge Pinto, a quien yo conocí brevemente en años anteriores y de Gabino Fraga, a quien traté también previamente. José Luis me llama y me comenta que quieren hacer la memoria de todo el proceso de reforma política, las audiencias públicas, comentarios y demás. Por otra parte, producir también colecciones de ensayos ex profeso sobre la reforma política, así como una colección de clásicos de teoría política, ésta última parecida a la creada por don Jesús cuando estuvo al frente del CEN del PRI. Así llegué a SEGOB. Mi trabajo era ése. Organizar las memorias de la reforma política, que resultaron en unos 10 volúmenes y unas 5 o 6 mil páginas, que incluían las audiencias públicas, iniciativas de la LOPPE, una recopilación de artículos de prensa, en fin. Aparte hicimos una colección pequeña, aquí la tengo para enseñártela, de pequeños libros. ¡Éste fue uno de los primeros! La portada y el formato los diseñó Vicente Rojo e imprimíamos estos libros en imprenta Madero, en esa época la mejor de México, la más elegante y cuidadosa. Uno de los primeros volúmenes sobre la reforma política en esa época fue de Pablo González Casanova. Luego sacamos otro de Luis Medina Peña, Evolución del sistema electoral mexicano. Hicimos diez o doce títulos aparte de las memorias de la reforma política y luego una serie de cuadernos, llamados Cuadernos de Causa. Mira qué maravilla y qué bonito diseño, publicábamos lo mismo a John Stuart Mill que a Benjamin Constant. Yo compilé uno de Discursos y Declaraciones de Plutarco Elías Calles, con un pequeño prólogo mío. En otro de los departamentos trabajaban mujeres básicamente, todas ellas muy inteligentes, educadas y hablaban varios idiomas. El departamento estaba suscrito a los mejores periódicos y revistas del mundo: The New York Times, Le Monde, The Economist, La Quinzaine Littéraire, etcétera. Llegaban físicamente los ejemplares, hacíamos una revisión y selección de lo que pensábamos que le podía interesar a don Jesús. Se traducían íntegramente los textos cuando eran breves y si eran ensayos muy largos también se traducían completos pero se acompañaban de un resumen. La idea era que el secretario Reyes Heroles estuviera plenamente informado de lo que sucedía en el mundo, de cuestiones políticas internacionales, evolución de sistemas electorales, en fin. Y así llegué a la Secretaría de Gobernación y ese era mi trabajo.

2.- ¿El centro de documentación dependía directamente del Secretario o estaba adscrito a alguna subsecretaría?

En la práctica dependía directamente del secretario, pero administrativamente estaba dentro de la Dirección General de Información, comandada por don Ernesto Álvarez Nolasco.

3- ¿Don Ernesto participaba en estas publicaciones?

No, como te digo el director del centro era José Luis Martínez. Tratábamos directamente con la oficina del Secretario y el enlace era Jorge Pinto, secretario particular de Reyes Heroles, a quien ya entrevistaste.

4.- ¿Les mandaban transcripciones de las audiencias de la reforma política o ustedes acudían a éstas?

¡No! Claro que íbamos. A mí me tocó ir desde antes de entrar en Gobernación. Las audiencias empezaron en 1977. Acudí a ellas por mi amistad con Pinto y Fraga, pero también porque me interesaban mucho. Entonces fui, no recuerdo si fueron 10 o 12 audiencias públicas, a 7 u 8, en el salón Juárez de SEGOB, como parte del público, como oyente. Estaban por ejemplo politólogos extranjeros de testigos. Recuerdo a uno Volker Lehr, alemán, que luego hizo un libro sobre la reforma política. Acudió también Luis Medina Peña, Luis Villoro, Jaime González Graf, me parece que también Manuel Camacho, Carlos Arriola, gente que de una u otra manera colaboraba externamente con la Secretaría o que trabajó directamente en SEGOB. En ese tiempo, todos jóvenes de buena arquitectura intelectual. Posteriormente yo me incorporé como empleado de la Secretaría en la función editorial que te conté.

5.- ¿Le tocó alguna reunión del centro de documentación con don Jesús o solo iba José Luis Martínez?

Solo iba José Luis Martínez. El resto de nosotros no. Don Jesús le contaba a José Luis de algún tema que le interesaba y ya éste último nos encomendaba conseguir información, preparar un texto, un resumen, síntesis, fichas que luego él utilizaba para un discurso. Variaba. Un centro en mi opinión, que, sin los instrumentos tecnológicos de ahora, era bastante productivo y selectivo, e intelectualmente estimulante. Conseguíamos información de mucha calidad que en aquella época era más escasa de lo que es ahora.

6.- ¿La selección de lecturas era exclusivamente política y de temas electorales o había otras cuestiones?

Principal pero no únicamente de política y temas electorales, ciencia política, teoría del estado. Eran los temas para los cuales teníamos las antenas paradas y el radar presto para enterarnos de lo que se publicaba en el mundo. Estábamos suscritos a gran número de publicaciones. Desde luego no llegaban con la instantaneidad de ahora, pero bueno, llegaban. Esta parte la hacían mujeres entre las cuales estaba gente como Graciela Limón, responsable de traducciones en inglés, francés, alemán y otros. Lourdes Ávila, internacionalista egresada de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Estaba Cecilia Tormo, chilena, que había sido periodista en la oficina del presidente Salvador Allende, en La Moneda. Tuvo que salir exiliada tras el golpe junto con su marido, otro periodista llamado Jorge Andrés Richards, y vino a trabajar con nosotros. Como tenía muy buena pluma y práctica periodística, redactaba las síntesis, informes, cosas de este tipo.

7.- ¿Estas publicaciones se vendían o se distribuían gratuitamente?

Se distribuían gratuitamente. Yo personalmente iba a la Imprenta Madero para saber cómo iba tal o cual publicación y posteriormente se distribuían. La secretaría particular del secretario nos mandaba una lista de todas las personas a quienes debíamos mandarlas. Obviamente todos los comparecientes en las audiencias de la reforma política, los medios de comunicación y nosotros conservamos un stock para personas que de último minuto estuvieran interesadas.

8.- Sobre esa selección de autores clásicos ¿había una línea de don Jesús o eran ideas de ustedes?

Recogimos el espíritu de los materiales publicados en la época en que él dirigió el PRI. Jorge Pinto te habló de ello en su entrevista. Tenían tres apartados: política clásica, política mexicana y política latinoamericana. Seguimos ese espíritu. Los materiales de cultura y divulgación en política clásica, como se llamaban en el PRI, publicaban a John Locke, Marx, John Stuart Mill, Maquiavelo. Aquella colección fue muy abundante, entre 90 y 100 títulos. Pequeños cuadernos de 18-30 páginas cada uno. Los nuestros, los Cuadernos de Causa, ya eran un poco más hechecitos, mejor editados. Mira por ejemplo el Ensayo sobre la verdadera cuestión social y política que se agita en la República Mexicana de Mariano Otero, es una edición prácticamente de todo el ensayo. 130 páginas, una cosa así. O la Crítica de la Política de Saint-Simon. Seguíamos esa línea.

9.- ¿Usted se vinculó de alguna manera más directa a los trabajos de la reforma política?

No, básicamente mi responsabilidad estaba en la parte editorial. Yo entré a trabajar ahí en 1978 y estuve hasta 1979. Don Jesús salió en mayo de 1979, me esperé unos meses y salí en agosto de 1979 para estudiar la maestría en El Colegio de México.

10.- ¿En aquellas publicaciones se recogieron intervenciones de los invitados extranjeros de Reyes Heroles como Felipe González, Berlinguer, Tierno Galván?

No, ninguna. La asamblea nacional de los buenos tiempos del PRI (porque tuvo buenos tiempos el PRI), fue la séptima asamblea nacional. Ahí sí vino Jacques Maritáin y otros. De esa misma época es el trato de don Jesús con Felipe González, que era un asiduo interlocutor con el PRI, Willy Brandt y con algunos líderes del eurocomunismo como Santiago Carrillo. Pero era otra etapa. En el proceso de reforma política vinieron y tuvieron reuniones con don Jesús, pero sus diálogos, encuentros y comidas eran de otro orden. Tierno Galván se hizo muy amigo de don Jesús, y escribió el prólogo a uno de sus libros publicado por Editorial Tecnos.

11.- Me decía Jorge Pinto que estas personalidades extranjeras impresionaron a los izquierdistas mexicanos…

Es cierto. Tú ves la lista de comparecientes a las audiencias públicas, hay personajes como Arnoldo Martínez Verdugo, Miguel Ángel Velasco (el ratón Velasco, líder de algún partido de izquierda porque había varios), Roberto Jaramillo, Heberto Castillo. Por cierto, en ninguno de los 10 volúmenes de la reforma política aparece Pablo Gómez. ¡En ninguno! En aquel entonces digamos que era un personaje irrelevante.

12.- De la relación con la prensa ¿había reseñas de lo que ustedes publicaban?

Había poco espacio periodístico para informar lo que estaba publicando el Centro de Documentación Política. Sé que nuestras publicaciones se usaban mucho porque nos las mandaban pedir de las universidades, de El Colegio de México, de la recién nacida UAM. Nos pedían las memorias o Cuadernos de Causa, o cualquiera de las colecciones. A nivel académico había atención por esta producción.

13.- Pinto me contó que don Jesús se reunía frecuentemente con los intelectuales y académicos. ¿A ustedes los visitaban en El Centro de Documentación?

Rafael Segovia sugería materiales para publicación. Krauze mismo, más joven, alguna incidencia tuvo. Luis Medina era una presencia permanente y generosa en términos de ideas, sugerir temas. En fin, muchos de éstos eran interlocutores frecuentes de SEGOB o del equipo cercano de Reyes Heroles.

14.- Me decía usted que el Centro de Documentación se creó ex profeso para la reforma política…

Es correcto, a principios de 1977. Se llamaba Centro de Documentación Política y era una AC, con la finalidad de que tuviera mayor agilidad administrativa y no se lo comiera la burocracia. Si queríamos hacer una impresión, lo decidíamos nosotros. El diseño de las portadas, todas las hizo Vicente Rojo. Esto fue posible porque el Centro era una Asociación Civil y eso le daba eficacia en el entramado burocrático de los gobiernos.

15.- ¿Y cuándo desapareció?

Pues mira (risas), cuando sale don Jesús de SEGOB en mayo de 1979. Yo me quedé hasta septiembre de 1979. El Centro, creo recordar, desapareció al año siguiente. Se alcanzaron a publicar los últimos volúmenes de la reforma política. El volumen X que traía ya las iniciativas aprobadas de la LOPPE y toda esta historia en el año de 1980. Si no desapareció formalmente, en la práctica sí. El nuevo Secretario de Gobernación, Olivares Santana, que era muy primitivo, un poquillo palurdo, y su equipo, no tuvieron interés en estos temas porque ya se había cumplido la función de documentar todos los testimonios y la legislación de la reforma política. Después debe haber desaparecido por inanición intelectual.

16.- Usted siendo simultáneamente estudiante y colaborador de SEGOB, ¿sus compañeros universitarios no le comentaban o preguntaban sobre la reforma política?

Absolutamente nada. Yo estudiaba Derecho y los estudiantes tenían un perfil conservador. El interés y curiosidad académica por estos temas y la reforma debe haber estado en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Algunos de sus profesores participaron: David Pantoja, Octavio Rodríguez Araujo, Patricio Marcos, gente así. Pero de la Facultad de Derecho, solamente dos o tres santones de la época como el maestro Andrés Serra Rojas, don Antonio Martínez Báez y algún otro. Segovia era de El Colegio de México. A mi generación de Derecho le interesaba trabajar en un despacho, en el litigio. En la práctica, originalmente yo quería estudiar ciencia política, pero hablando con mis padres me dijeron que estudiar ciencia política equivaldría a morir de hambre. Así que elegí Derecho. Dos de mis hermanos mayores ya estudiaban Derecho y en aquel tiempo era más probable ganarse la vida con una profesión liberal como esa que con la ciencia política o cuestiones más estrambóticas como la sociología, ese tipo de disciplinas. No se diga antropología y otras materias casi surrealistas.

17.- El rector de la Universidad Nacional ¿se involucró en la reforma política?

Que yo recuerde no. En 1972 cae el rector González Casanova y luego siguieron una larga lista de rectores emanados de la Facultad de Medicina. Entre ellos, el doctor Guillermo Soberón, con quien don Jesús tuvo un encontronazo por algún conflicto estudiantil en el año de 1977. Rectores de la UNAM involucrados en la reforma, creo que no. Seguramente de manera personal le daban sus opiniones a don Jesús, con quien se reunían y conversaban, pero no tuvieron una participación orgánica e influyente.

18.- Hablando de santones, ¿Jorge Carpizo se involucró en la reforma política?

En las comparecencias no, pero era un investigador joven y tal vez participó indirectamente; me parece que ya estaba en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y hacia 1978 o 79 publicó su legendario libro El presidencialismo mexicano que desde luego don Jesús habrá leído. Años más tarde, siendo rector de la UNAM Carpizo, muere Reyes Heroles como titular de la Secretaría de Educación Pública.

19.- ¿Los hijos de don Jesús participaron o acudieron a los trabajos de la reforma política?

No que yo sepa. Jesús hijo debe haber estado estudiando su doctorado en Estados Unidos. Por su parte, Federico ha escrito en alguno de sus libros que sí conversaba con su padre del tema.

20.- ¿Qué papel tenía Gabino Fraga en SEGOB con don Jesús?

Fraga había sido hombre de confianza y afecto de don Jesús desde la época de Pemex, y luego su secretario particular en el PRI. Luego Gabino fue nombrado director general de gobierno en SEGOB y por tanto, secretario técnico, del proceso de la reforma política.

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